La jubilación marca el final de la vida laboral activa y el inicio de una etapa protegida por el sistema público de pensiones.

 

No se trata solo de un cambio personal o profesional, sino de un derecho reconocido y regulado por la normativa española que garantiza una prestación económica mensual a quienes han trabajado y cotizado durante su vida laboral.

 

Este derecho forma parte del sistema de protección social y cumple una función esencial: proporcionar seguridad económica en la etapa en la que el trabajador ya no puede –o no debe– seguir desarrollando una actividad profesional.

 

Entender qué implica la jubilación, cómo se accede, qué modalidades existen y cómo se calcula la pensión es clave para ejercer este derecho con plenitud y previsión.

 

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¿En qué consiste la jubilación y por qué es un derecho protegido?

La jubilación consiste en el cese definitivo, voluntario o forzoso, de la actividad laboral de una persona, acompañado del reconocimiento del derecho a percibir una pensión pública.

 

No es una simple renuncia al trabajo, sino una prestación económica que garantiza la subsistencia digna del trabajador en su etapa de inactividad.

 

Este derecho no solo responde a criterios contributivos (haber cotizado el tiempo mínimo exigido), sino también a una concepción social del trabajo como esfuerzo que debe ser retribuido incluso cuando cesa.

 

Por ello, la jubilación está amparada por el marco legal español como una garantía de protección social, vinculada al principio de solidaridad intergeneracional y sostenida por las cotizaciones del sistema.

Marco legal

El derecho a la jubilación está recogido en la Constitución Española, que en su artículo 41 establece que los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social para todos los ciudadanos, que garantice la asistencia y prestaciones suficientes en situaciones de necesidad, entre ellas la jubilación.

 

A nivel normativo, la Ley General de la Seguridad Social (Real Decreto Legislativo 8/2015, de 30 de octubre) regula los requisitos, tipos de jubilación, fórmulas de cálculo de la pensión y condiciones de acceso.

 

Además, existen disposiciones específicas en regímenes especiales (autónomos, clases pasivas, mutualidades, etc.) y en convenios internacionales para personas con cotizaciones en distintos países.

 

Este marco normativo garantiza que la jubilación no sea una simple posibilidad, sino un derecho reconocido, protegido y exigible para quienes han cumplido con las obligaciones del sistema a lo largo de su vida laboral.

Requisitos y condiciones para acceder a la pensión de jubilación

Para acceder a una pensión contributiva de jubilación en España, no basta con alcanzar una determinada edad.

 

Es necesario cumplir una serie de requisitos legales que combinan elementos de edad y cotización.

 

Estos requisitos han sido objeto de reformas en los últimos años, por lo que conviene conocer las condiciones actuales y las previsiones de futuro.

 

La normativa vigente establece criterios progresivos tanto en la edad ordinaria de jubilación como en los años exigidos de cotización, con el fin de adaptar el sistema a la realidad demográfica y económica.

 

También existen supuestos especiales que permiten el acceso a la jubilación en condiciones distintas, bien por razón de salud, tipo de trabajo o situación personal del solicitante.

Edad legal y años cotizados

La edad ordinaria de jubilación en España no es fija: varía en función del año en que se solicite la jubilación y del número de años cotizados a la Seguridad Social.

 

Desde la reforma introducida por la Ley 27/2011, se está produciendo una elevación progresiva de la edad de jubilación hasta alcanzar los 67 años en 2027, salvo para quienes acrediten una larga carrera de cotización.

 

Así, un trabajador que haya cotizado durante un periodo suficiente podrá jubilarse antes, manteniéndose el acceso a los 65 años en determinadas condiciones.

 

Por el contrario, quienes no alcancen ese nivel de cotización deberán esperar más tiempo.

 

A continuación, se resume la situación actual y la evolución legal prevista:

 

Año de jubilación  Edad legal si se han cotizado menos de 38 años  Edad legal si se han cotizado 38 años o más 
2023  66 años y 4 meses  65 años 
2024  66 años y 6 meses  65 años 
2025  66 años y 6 meses  65 años 
2026  66 años y 8 meses  65 años 
2027 en adelante  67 años  65 años 

 

Además de la edad, se exige un mínimo de 15 años cotizados, de los cuales al menos dos deben estar comprendidos en los 15 años inmediatamente anteriores a la solicitud de jubilación.

 

Este requisito asegura que la persona ha estado integrada recientemente en el sistema y tiene una trayectoria mínima de aportaciones.

Excepciones y situaciones especiales

Además de los requisitos generales de edad y cotización, existen circunstancias específicas que permiten acceder a la pensión de jubilación en condiciones distintas, adaptadas a colectivos que, por su situación personal o laboral, merecen un tratamiento diferenciado.

 

Algunos de los supuestos más relevantes son:

 

  • Personas con discapacidad: quienes acrediten un grado de discapacidad igual o superior al 45 % o 65 % pueden acceder a la jubilación con una edad reducida, en función del tipo y grado de discapacidad, siempre que cumplan determinados requisitos de cotización en relación con esa condición.
  • Trabajos especialmente penosos o peligrosos: el personal perteneciente a ciertos sectores (mineros, bomberos, miembros de las fuerzas de seguridad, ferroviarios, etc.) puede jubilarse anticipadamente sin sufrir penalización en la pensión, al considerar la normativa el desgaste físico asociado a esas actividades.
  • Cotizaciones internacionales: quienes han trabajado en varios países con convenios bilaterales o en el ámbito de la Unión Europea pueden sumar los períodos cotizados en cada uno de ellos para cumplir los requisitos mínimos, aunque las prestaciones se calculen proporcionalmente.
  • Regímenes especiales: existen condiciones distintas para acceder a la jubilación en regímenes como clases pasivas (funcionarios de carrera anteriores a 2011), mutualidades y determinados autónomos del RETA, lo que implica normativas particulares que deben consultarse caso a caso.

 

Estas situaciones no alteran el concepto de jubilación, pero sí los parámetros que permiten su acceso.

 

Por ello, es importante valorar cada caso individualmente para conocer con precisión la normativa aplicable y no perder derechos por desconocimiento.

Tipos de jubilación en España: modalidades y características

El sistema español contempla distintas modalidades de jubilación que se adaptan a las circunstancias personales, profesionales y económicas del trabajador.

 

No existe una única forma de acceder a la pensión de jubilación, sino que la ley prevé alternativas al modelo ordinario para quienes desean seguir trabajando parcialmente, anticipar su retiro o compatibilizar la pensión con una actividad profesional.

 

Conocer cada tipo de jubilación es clave para planificar adecuadamente el final de la vida laboral activa, optimizar la cuantía de la pensión y ejercer los derechos de forma informada.

Jubilación ordinaria

Es la modalidad más común y se concede cuando el trabajador alcanza la edad legal de jubilación y cumple con los años mínimos de cotización establecidos.

 

La pensión se calcula a partir de la base reguladora y el porcentaje correspondiente según los años cotizados.

 

En esta modalidad no se aplican coeficientes reductores.

 

El acceso a la jubilación ordinaria garantiza el 100 % de la base reguladora si se ha alcanzado el periodo completo de cotización exigido.

Jubilación anticipada (voluntaria o involuntaria)

Permite acceder a la pensión antes de la edad ordinaria, pero con coeficientes reductores que disminuyen el importe final en función de los trimestres adelantados y del total de años cotizados.

 

La jubilación anticipada voluntaria puede solicitarse hasta dos años antes de la edad ordinaria, siempre que se hayan cotizado al menos 35 años y el interesado no se encuentre en situación de alta obligatoria.

 

La jubilación anticipada involuntaria, derivada de causas ajenas a la voluntad del trabajador (como despidos colectivos, reestructuraciones, etc.), permite anticiparse hasta cuatro años y requiere haber cotizado al menos 33 años.

 

Ambas modalidades están sujetas a una penalización económica que puede ser significativa si no se alcanza un historial extenso de cotización.

Jubilación parcial y jubilación flexible

Estas modalidades permiten transitar de forma gradual hacia la jubilación completa, facilitando la conciliación y el relevo generacional en las empresas.

 

La jubilación parcial permite al trabajador reducir su jornada laboral (entre un 25 % y un 50 %, o hasta un 75 % con contrato de relevo) mientras percibe parte de la pensión.

 

Puede aplicarse a partir de los 62 años y medio si se cumplen los requisitos de cotización.

 

La jubilación flexible, en cambio, se aplica después de haber accedido a la jubilación ordinaria, permitiendo al pensionista reincorporarse al trabajo con una jornada parcial.

 

En este caso, la pensión se ve reducida proporcionalmente al porcentaje trabajado.

 

Ambas fórmulas permiten combinar actividad laboral y pensión, pero con condiciones específicas en cuanto a cotización, base reguladora y actualización posterior de la pensión.

Jubilación activa: compatibilidad con el trabajo

La jubilación activa es una figura que permite seguir trabajando tras acceder a la jubilación ordinaria, percibiendo simultáneamente una parte o el total de la pensión, según el caso.

 

Esta modalidad se puede aplicar si:

 

  • Se ha accedido a la jubilación ordinaria.
  • Se ha cotizado el 100 % de la base reguladora.
  • La actividad profesional es por cuenta propia o ajena, y puede ser a tiempo completo o parcial.

 

En la jubilación activa, el pensionista cobra el 50 % de la pensión mientras trabaja. Si el trabajo es por cuenta propia y se acredita tener al menos un empleado, se puede cobrar el 100 % de la pensión.

 

Esta modalidad busca fomentar el empleo sénior y mantener el talento en activo sin renunciar al derecho a la pensión.

 

Es especialmente atractiva para autónomos, profesionales liberales o personas con perfiles técnicos que desean seguir vinculadas al mercado laboral en la última etapa de su carrera.

Procedimiento para solicitar la jubilación paso a paso

Solicitar la pensión de jubilación no es un trámite complejo, pero sí exige cumplir con ciertos plazos, reunir la documentación necesaria y presentar la solicitud ante el organismo competente.

 

Conocer el proceso completo es fundamental para evitar demoras, interrupciones en el cobro de la pensión o incluso la pérdida temporal del derecho.

 

A continuación, se detalla el procedimiento habitual:

 

Comprobación de requisitos

Antes de iniciar la solicitud, es imprescindible verificar que se cumplen los requisitos de edad legal y años mínimos cotizados.

 

Esta comprobación puede hacerse a través del informe de vida laboral y la base de datos de la Seguridad Social.

Reunir la documentación necesaria

Lo habitual es presentar:

 

  • Documento de identidad (DNI/NIE).
  • Formulario de solicitud oficial (modelo disponible en la web del INSS).
  • Certificados de empresa, si se trata de trabajadores en activo.
  • Documentación adicional en casos especiales (discapacidad, trabajos penosos, cotizaciones internacionales…).

 

Presentación de la solicitud

Puede realizarse:

  • A través de la Sede Electrónica de la Seguridad Social (con certificado digital o Cl@ve).
  • De forma presencial en las oficinas del INSS, con cita previa.
  • Por correo administrativo, en oficinas de registro habilitadas.

Reconocimiento de la pensión

Una vez presentada, el INSS estudia la solicitud, valida los datos y emite una resolución expresa.

 

El plazo legal para resolver es de 90 días naturales, aunque puede variar según la carga de trabajo.

Inicio del cobro

La pensión se cobra a partir del día siguiente al cese de la actividad laboral, siempre que la solicitud se haya presentado dentro del plazo.

 

En caso contrario, puede producirse un retraso en el devengo de la pensión.

 

Contar con asesoramiento especializado puede facilitar este proceso, sobre todo en situaciones de jubilación anticipada, cotizaciones en el extranjero o regímenes especiales.

 

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Reflexión

La jubilación es un derecho fundamental que garantiza la seguridad económica en una etapa crucial de la vida, permitiendo un retiro digno para quienes han contribuido durante su vida laboral al sistema de seguridad social.

 

A medida que las reformas continúan adaptándose a las nuevas realidades sociales y económicas, comprender los requisitos, tipos de jubilación y el procedimiento para solicitarla es esencial.

 

Tener un buen conocimiento sobre este proceso permite tomar decisiones informadas y asegurar una transición tranquila hacia esta nueva etapa.

 

Además, es clave contar con asesoramiento especializado en caso de situaciones complejas, como jubilación anticipada, trabajos penosos, o cotizaciones internacionales, para asegurar que se cumplan todos los derechos y requisitos establecidos por la ley.