Abogados expertos en acoso laboral

Todas estas acciones suelen provocar en el trabajador una situación de aislamiento, ansiedad, estrés y que pueden derivar en una enfermedad grave y precisar tratamiento médico. Dificultades para dormir, para concentrarse, pudiendo desembocar incluso en una depresión.

Por ello, es importante acudir cuanto antes a un abogado especializado en mobbing que le asesorará sobre los pasos a seguir para solucionar esta situación de la mejor forma para sus intereses.

Si sufre mobbing tendrá derecho a extinguir el contrato de trabajo con una indemnización igual a la prevista para el despido improcedente, esto es:

• De 45 días de salario por año trabajado, hasta febrero de 2012 (fecha en la que entró en vigor la Reforma Laboral), con un máximo de 42 mensualidades.
• De 33 días de salario por año de servicio, después de febrero de 2012, con un máximo de 24 mensualidades.

Además, tendrá derecho a solicitar una indemnización por los daños y perjuicios causados, tanto por los daños físicos como daños morales.

Debe tener en cuenta que si ha generado una situación de estrés, ansiedad o depresión persistentes en el tiempo, si ha tenido que solicitar la baja médica, ha precisado tratamiento médico, farmacológico o psicoterapéutico sin que haya mejorado su estado de salud, en tal medida que le impide llevar a cabo su profesión habitual o le impide llevar a cabo cualquier actividad laboral, puede solicitar una prestación por incapacidad permanente.

En Bufete Toro le ofrecemos un primer asesoramiento totalmente gratuito, en el que le informaremos de la viabilidad jurídica de su caso. Nuestros abogados especializados en acoso en el trabajo le asesorarán y respaldarán para que obtenga la máxima indemnización por los daños que puede haberle causado sufrir mobbing en su empresa.

El mobbing o acoso laboral involucra un conjunto de conductas hostiles que se ejercen de forma repetida sobre un trabajador, buscando desestabilizar emocionalmente a la víctima.

Estas conductas pueden incluir humillaciones públicas, aislamiento, sobrecarga de trabajo o intimidación verbal. El propósito es generalmente forzar la renuncia del empleado o crear un ambiente insostenible para su bienestar, afectando tanto su salud mental como su rendimiento en el trabajo.

Para presentar una demanda por acoso laboral, es esencial contar con pruebas que demuestren la conducta hostil y el trato abusivo sufrido por el trabajador. Las pruebas más comunes incluyen correos electrónicos y mensajes escritos que evidencien el hostigamiento, grabaciones de conversaciones o testimonios de compañeros que hayan sido testigos de la situación.

También pueden ser útiles documentos que registren incidentes específicos, como cambios arbitrarios en las tareas asignadas o la sobrecarga de trabajo injustificada. La acumulación de pruebas sólidas es fundamental para reforzar la demanda.

Existen diversas formas de mobbing, pero una de las más comunes es el acoso vertical descendente, conocido como bossing, que ocurre cuando un superior jerárquico somete al trabajador a un trato humillante o injusto.

Este tipo de acoso busca desestabilizar al empleado con el fin de que abandone su puesto de trabajo, ya sea por medio de críticas excesivas, sobrecarga de tareas o la creación de un ambiente laboral hostil. El bossing es especialmente grave, ya que el poder jerárquico del acosador facilita la intimidación y puede hacer que la víctima se sienta impotente o aislada en su entorno laboral.