En el ámbito laboral, es fundamental conocer las faltas y sanciones que pueden afectar la relación entre empleados y empleadores.

 

Esta guía ofrece una visión detallada de las infracciones laborales, su clasificación según el Estatuto de los Trabajadores y cómo defender tus derechos en caso de sanción.

 

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¿Qué es una falta y qué es una sanción laboral?

En el ámbito laboral, una falta es una acción u omisión del trabajador que incumple sus obligaciones contractuales o reglamentarias.

 

Dependiendo de su gravedad, las faltas pueden clasificarse en leves, graves y muy graves, y pueden dar lugar a una sanción por parte del empleador.

 

Por otro lado, una sanción laboral es la consecuencia disciplinaria que la empresa impone a un trabajador como respuesta a una falta cometida.

 

Estas sanciones pueden ir desde una amonestación verbal hasta la suspensión de empleo y sueldo o, en casos extremos, el despido disciplinario.

Normativa y regulación de las faltas y sanciones laborales

La regulación de las faltas y sanciones en España está establecida en el Estatuto de los Trabajadores (artículo 54 y siguientes) y en los convenios colectivos, que pueden detallar tipos específicos de infracciones y sus correspondientes sanciones.

 

La normativa establece las condiciones en las que un trabajador puede ser sancionado y los procedimientos que deben seguirse para garantizar sus derechos.

Las sanciones deben estar fundamentadas en motivos justificados y aplicarse respetando el principio de proporcionalidad.

 

Esto significa que la empresa no puede sancionar arbitrariamente, sino que debe aplicar una sanción acorde con la gravedad de la falta cometida.

 

Además, el trabajador tiene derecho a impugnar la sanción si considera que no es procedente.

El marco legal del Estatuto de los Trabajadores

El Estatuto de los Trabajadores es la norma principal que regula las faltas y sanciones en el ámbito laboral.

 

En su artículo 54, establece que el contrato de trabajo puede extinguirse por incumplimientos graves y culpables del trabajador, lo que da lugar al despido disciplinario.

 

Otros artículos clave incluyen:

 

  • Artículo 58: Regula la imposición de sanciones por incumplimientos laborales, indicando que deben respetar la normativa legal y lo pactado en los convenios colectivos.
  • Artículo 4: Protege los derechos fundamentales del trabajador, asegurando que ninguna sanción puede vulnerar su dignidad o ser impuesta de forma discriminatoria.
  • Artículo 20: Faculta al empleador para sancionar incumplimientos del trabajador, siempre que lo haga dentro del marco normativo y garantizando el derecho a la defensa.

Además del Estatuto, los convenios colectivos juegan un papel fundamental en la regulación de las sanciones, ya que pueden establecer criterios específicos sobre las faltas, las penalizaciones y los procedimientos a seguir.

Regulación de las infracciones laborales: leves, graves y muy graves

La normativa distingue tres tipos de faltas laborales según su gravedad:

  • Faltas leves: Son aquellas que, aunque constituyen un incumplimiento, no afectan de manera significativa al funcionamiento de la empresa. Ejemplos comunes incluyen llegar tarde de forma esporádica o incumplir pequeñas normas de la empresa.
  • Faltas graves: Son infracciones que perjudican el desarrollo del trabajo o la convivencia en el entorno laboral. Algunas de ellas pueden ser acumulaciones de faltas leves, la desobediencia al empleador o el incumplimiento reiterado de horarios.
  • Faltas muy graves: Son aquellas que afectan gravemente a la empresa, la productividad o la seguridad. Los convenios señalan como faltas muy graves el fraude, el abuso de confianza, las agresiones verbales o físicas y la disminución deliberada del rendimiento.

Cada falta debe ser analizada en su contexto, y su sanción debe respetar los principios de legalidad y proporcionalidad, asegurando que el trabajador tenga la posibilidad de defenderse ante una posible sanción.

Plazos de prescripción de las faltas laborales

Las faltas laborales no pueden sancionarse en cualquier momento, ya que la ley establece límites temporales para cada tipo de infracción. Según el artículo 60 del Estatuto de los Trabajadores, los plazos de prescripción son los siguientes:

  • Faltas leves: 10 días desde que la empresa tiene conocimiento de los hechos.
  • Faltas graves: 20 días desde que la empresa las detecta.
  • Faltas muy graves: 60 días desde que se conocen, con un límite de 6 meses desde que ocurrieron.

Si la empresa sanciona fuera de estos plazos, el trabajador tiene derecho a impugnar la medida y lograr su anulación.

Tipos de faltas en el trabajo y ejemplos prácticos

Las faltas laborales se clasifican según su gravedad y el impacto que generan en la empresa y sus empleados.

 

La diferencia entre una falta leve, grave o muy grave no solo afecta la sanción aplicable, sino también los derechos del trabajador para impugnarla.

Faltas leves: definición y ejemplos

Las faltas leves suelen referirse a incumplimientos que no tienen un impacto significativo en la empresa, pero afectan la disciplina y el ambiente laboral.

 

Algunos ejemplos incluyen:

  • Retrasos esporádicos sin justificación.
  • Uso ocasional del móvil en momentos inadecuados.
  • No avisar con antelación sobre una ausencia justificada.
  • Descuido en el cumplimiento de normas de seguridad o higiene sin consecuencias graves.

Estas infracciones suelen sancionarse con advertencias verbales o por escrito, aunque su repetición puede convertirlas en faltas graves.

Faltas graves y muy graves: casos y consecuencias

Cuando el incumplimiento del trabajador genera perjuicio para la empresa o para sus compañeros, se considera una falta grave o muy grave.

 

Entre las faltas graves más comunes están:

  • Ausencias injustificadas reiteradas.
  • Desobediencia a órdenes directas sin causa justificada.
  • Falta de respeto a compañeros o clientes.
  • Bajo rendimiento voluntario en el trabajo.

Por otro lado, las faltas muy graves incluyen situaciones más extremas, como:

  • Agresiones físicas o verbales.
  • Robo o fraude en la empresa.
  • Violación del secreto profesional.
  • Acoso laboral o discriminación.

Las sanciones para estas faltas pueden ir desde la suspensión de empleo y sueldo hasta el despido disciplinario.

Ejemplos reales de faltas laborales y cómo se sancionan

Los tribunales han confirmado la validez de sanciones laborales en numerosos casos.

 

Un despido por insultos reiterados a compañeros o superiores, la suspensión de empleo y sueldo a un trabajador que alteró registros de jornada o la rebaja de categoría tras conductas negligentes que generaron pérdidas para la empresa son algunos ejemplos de cómo se aplican estas medidas en la práctica.

 

La sanción dependerá no solo de la falta en sí misma, sino también del historial del trabajador, la proporcionalidad de la medida y lo establecido en el convenio colectivo aplicable.

 

En cualquier caso, el trabajador tiene derecho a impugnar la sanción si considera que ha sido injusta o desproporcionada.

Tipos de sanciones laborales y medidas disciplinarias

Las sanciones laborales son mecanismos que las empresas utilizan para corregir incumplimientos o conductas inadecuadas de los trabajadores.

 

Su aplicación debe respetar la normativa vigente y los principios de proporcionalidad y derecho a la defensa.

Clasificación de sanciones: leves, graves y muy graves

Dependiendo de la gravedad de la infracción, las sanciones pueden dividirse en:

  • Leves: Incluyen amonestaciones verbales o escritas por faltas menores, como pequeños retrasos o descuidos en el trabajo.
  • Graves: Pueden suponer la suspensión de empleo y sueldo cuando el trabajador incurre en faltas como el incumplimiento reiterado de horarios o desobediencia a órdenes justificadas.
  • Muy graves: Se sancionan con el despido disciplinario y afectan a infracciones como el fraude, el acoso o las agresiones en el entorno laboral.

Cada sanción debe ajustarse a lo previsto en el convenio colectivo aplicable y en el Estatuto de los Trabajadores para evitar su impugnación.

¿Qué es una sanción disciplinaria y cómo se aplica?

Una sanción disciplinaria es la respuesta formal de la empresa ante un incumplimiento laboral del trabajador.

 

No se puede aplicar de manera arbitraria ni desproporcionada, sino que debe cumplir con ciertos requisitos:

  • Justificación clara: La empresa debe explicar detalladamente la falta cometida.
  • Comunicación por escrito: El trabajador debe recibir la notificación formalmente.
  • Posibilidad de impugnación: El empleado tiene derecho a recurrir la sanción si considera que es injustificada.

Si estos requisitos no se cumplen, la sanción puede declararse nula o improcedente en un tribunal.

Medidas disciplinarias y sanciones a trabajadores y empresas

Las sanciones no solo afectan a los empleados, sino que las empresas también pueden ser sancionadas si vulneran la normativa laboral.

 

Las sanciones a los trabajadores pueden incluir desde advertencias hasta el despido.

 

En cambio, las empresas pueden enfrentar multas o inspecciones si aplican sanciones de forma abusiva o discriminatoria.

 

Cuando se sanciona a representantes de los trabajadores o miembros del comité de empresa, existen protecciones especiales que evitan represalias por su actividad sindical.

Procedimiento de notificación y formalidades de una sanción

Para que una sanción sea válida, la empresa debe cumplir con un procedimiento de notificación adecuado.

 

La comunicación debe ser clara, precisa y permitir al trabajador ejercer su derecho de defensa.

 

La notificación debe incluir:

  • Descripción de la falta: Explicar qué ha ocurrido y en qué se basa la sanción.
  • Tipo de sanción impuesta: Indicar si es una advertencia, suspensión o despido.
  • Fecha de efectos: Precisar cuándo comienza a aplicarse la sanción.
  • Posibilidad de impugnación: Informar sobre el derecho a recurrir la decisión.

Además, la empresa debe asegurarse de que el trabajador recibe la notificación de forma fehaciente.

 

Si el empleado se niega a firmarla, puede enviarse por burofax, correo certificado o testigos que acrediten la entrega.

 

Si la notificación no cumple con estos requisitos, la sanción puede ser impugnada con éxito ante la justicia laboral.

Procedimiento para impugnar una sanción laboral

Cuando un trabajador recibe una sanción que considera injusta o desproporcionada, tiene derecho a impugnarla.

 

Este procedimiento debe realizarse dentro de los plazos legales y siguiendo los cauces establecidos para que la reclamación tenga validez.

Pasos y plazos para impugnar una sanción

El proceso de impugnación sigue varias etapas:

  • Revisión de la sanción: Antes de recurrir, es fundamental analizar el contenido de la sanción y verificar si cumple con los requisitos legales.
  • Reclamación ante la empresa: En algunos casos, puede ser útil intentar una solución interna mediante una negociación con el empleador.
  • Presentación de la papeleta de conciliación: Este trámite es obligatorio antes de acudir a juicio. Se realiza ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) o el organismo correspondiente en cada comunidad autónoma.
  • Demanda ante el Juzgado de lo Social: Si no hay acuerdo en la conciliación, el trabajador puede interponer una demanda.

El plazo general para impugnar una sanción laboral es de 20 días hábiles, contados desde su notificación.

 

Si la empresa no ha notificado correctamente la sanción o ha excedido el tiempo legal para aplicarla, esta puede ser anulada.

¿Qué hacer si la sanción es injusta o desproporcionada?

Si la sanción impuesta no se ajusta a la gravedad de la falta o está basada en hechos erróneos, el trabajador tiene varias opciones para defenderse:

  • Reunir pruebas: Es clave recopilar documentos, testigos o cualquier otra evidencia que demuestre que la sanción es infundada.
  • Consultar el convenio colectivo: Muchas sanciones son anuladas porque la empresa no ha respetado lo establecido en el convenio.
  • Solicitar asesoramiento legal: Un abogado laboralista puede analizar el caso y determinar la mejor estrategia de defensa.
  • Impugnar la sanción ante el Juzgado de lo Social: Si la empresa se niega a revocarla, el trabajador puede recurrir a la vía judicial.

Cuando una sanción es declarada improcedente, la empresa puede verse obligada a retirarla, compensar económicamente al trabajador o incluso readmitirlo si se ha producido un despido disciplinario injustificado.

Faqs

¿Cómo se sancionan las faltas en el trabajo?

Las faltas en el trabajo pueden sancionarse de distintas formas según su gravedad y la normativa aplicable.

 

En general, el proceso sancionador sigue una escala progresiva:

  • Amonestación verbal o escrita: Se aplica en casos de faltas leves, como pequeños retrasos o incumplimientos menores. La amonestación escrita suele quedar registrada en el expediente del trabajador.
  • Suspensión de empleo y sueldo: En faltas graves o reincidencias, la empresa puede imponer la suspensión temporal del trabajador sin derecho a salario.
  • Despido disciplinario: En los casos más graves, como desobediencia reiterada, ofensas graves o fraude, la empresa puede extinguir el contrato de trabajo sin derecho a indemnización.

Cada sanción debe estar fundamentada y respetar lo dispuesto en el Estatuto de los Trabajadores y el convenio colectivo aplicable.

¿Cuándo una sanción laboral es nula?

Una sanción laboral puede ser declarada nula en varias circunstancias, principalmente cuando:

  • No cumple con los requisitos formales, como la falta de notificación por escrito o la omisión de una justificación clara.
  • Presenta defectos graves, como no respetar el procedimiento establecido en el convenio colectivo.
  • Se basa en motivos discriminatorios o vulnera derechos fundamentales del trabajador, como la sanción por estar de baja médica o por ejercer el derecho a la huelga.

Si un juez determina que la sanción es nula, la empresa debe dejarla sin efecto, eliminándola del expediente del trabajador y, en su caso, reembolsándole los salarios dejados de percibir si hubo suspensión.

 

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¿Cuáles son las sanciones por falta de respeto en el trabajo?

Las faltas de respeto en el ámbito laboral pueden ser sancionadas de distintas maneras según su gravedad y reincidencia.

 

Algunas de las consecuencias más comunes incluyen:

  • Amonestaciones verbales o escritas: Para comentarios o actitudes irrespetuosas de carácter leve.
  • Suspensión de empleo y sueldo: En casos más graves, como insultos reiterados o agresiones verbales.
  • Despido disciplinario: Cuando la falta de respeto es grave y reiterada, afectando gravemente la convivencia laboral o la relación con superiores y compañeros.

El grado de la sanción dependerá de la conducta específica, el contexto en que se produjo y las disposiciones del convenio colectivo aplicable.