Recibir una amonestación por escrito puede generar preocupación y dudas sobre cómo actuar.
Responder de manera adecuada es clave para evitar que la situación escale y afecte tu trayectoria laboral.
En este artículo, te explicamos qué es una amonestación, cómo responder eficazmente y qué hacer si se convierte en una sanción disciplinaria.
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La importancia de responder correctamente a una amonestación
Una amonestación por escrito no es solo un aviso, sino un documento que queda registrado en el expediente del trabajador y puede utilizarse en su contra en el futuro.
Si no se gestiona adecuadamente, podría derivar en sanciones más graves, como la suspensión de empleo y sueldo o incluso el despido.
Responder correctamente permite:
- Evitar sanciones mayores en caso de futuras infracciones.
- Aclarar malentendidos y exponer hechos relevantes.
- Proteger los derechos del trabajador, dejando constancia de su versión.
Para entender cómo actuar ante una amonestación, primero es importante conocer su significado y sus implicaciones legales.
¿Qué es una amonestación por escrito?
Una amonestación por escrito es una notificación formal emitida por la empresa en la que se comunica al trabajador una supuesta infracción laboral.
Forma parte del régimen disciplinario interno y puede ser el paso previo a una sanción más grave.
Referencia legal
Las amonestaciones y sanciones disciplinarias están reguladas en el Estatuto de los Trabajadores, concretamente en el artículo 58, que establece que los trabajadores pueden ser sancionados por incumplimientos contractuales según la normativa interna de la empresa y los convenios colectivos aplicables.
Relación con el expediente disciplinario del trabajador
Cuando un trabajador recibe una amonestación, esta queda registrada en su expediente laboral.
Acumular varias amonestaciones puede justificar medidas más severas, por lo que responder adecuadamente es esencial para que no se convierta en un antecedente perjudicial.
Estrategias clave para responder con éxito a una amonestación laboral
Responder correctamente a una amonestación por escrito es fundamental para evitar malentendidos y proteger tu posición dentro de la empresa.
Una respuesta bien argumentada puede ayudar a esclarecer los hechos, aportar pruebas que refuercen tu postura y evitar sanciones más severas.
Es importante mantener un tono profesional y centrarse en los hechos objetivos para evitar agravar la situación.
Pasos esenciales para redactar una respuesta efectiva
Antes de redactar la respuesta, es necesario analizar con detenimiento la amonestación recibida.
Verifica si los hechos descritos se ajustan a la realidad y consulta el convenio colectivo aplicable y el reglamento interno de la empresa para comprobar si existe algún procedimiento específico que debas seguir.
La redacción debe ser clara y respetuosa, evitando respuestas impulsivas o emocionales.
Si dispones de pruebas que respalden tu versión de los hechos, inclúyelas de forma ordenada.
También es recomendable solicitar aclaraciones si consideras que la amonestación no detalla suficientemente los motivos de la advertencia.
Por último, es fundamental guardar una copia de la respuesta enviada, así como cualquier comunicación relacionada con el proceso, en caso de que sea necesario demostrarlo en el futuro.
Modelo de carta de respuesta a una amonestación
[Nombre del trabajador/a]
[Dirección]
[Teléfono]
[Correo electrónico]
A la atención de [Nombre de la empresa o responsable de RRHH]
[Nombre de la empresa]
[Dirección]
[Ciudad], [fecha]
Asunto: Respuesta a comunicación de amonestación
Muy Sres. míos:
En relación con la amonestación escrita recibida con fecha [indicar fecha], deseo manifestar que no comparto los hechos que se me atribuyen, por no ajustarse a la realidad y carecer, a mi juicio, de fundamento suficiente.
Por ello, y en ejercicio de mi derecho de defensa, dejo constancia de mi disconformidad, reservándome la posibilidad de ejercer cuantas acciones legales estime oportunas en defensa de mis derechos.
Sin otro particular, reciban un cordial saludo.
Atentamente,
[Firma]
[Nombre completo del trabajador/a]
Errores frecuentes que debes evitar al responder
Uno de los errores más comunes es reaccionar de manera impulsiva, respondiendo con enfado o lenguaje inadecuado.
Una respuesta emocional puede agravar el conflicto y dar argumentos a la empresa para justificar sanciones adicionales.
Otro fallo habitual es no aportar pruebas cuando existen documentos, testigos o correos electrónicos que pueden reforzar la versión del trabajador.
La falta de evidencia puede debilitar la respuesta y dificultar la defensa en caso de que la amonestación derive en un proceso disciplinario más grave.
Finalmente, ignorar los procedimientos internos de la empresa puede llevar a que la respuesta no sea tenida en cuenta.
Algunas compañías exigen que las contestaciones se presenten por escrito dentro de un plazo determinado o a través de un canal específico, por lo que es fundamental cumplir con estos requisitos para que la respuesta tenga validez.
Cómo impugnar una sanción laboral si la amonestación es injusta
Recibir una amonestación por escrito puede generar preocupación, especialmente si consideras que la medida es injustificada o desproporcionada.
Afortunadamente, el ordenamiento jurídico ofrece mecanismos para impugnar sanciones laborales y defender los derechos del trabajador.
Es importante conocer los procedimientos disponibles y actuar dentro de los plazos establecidos para evitar que la sanción se consolide.
Vías legales para defenderte
Si la amonestación es injusta, puedes recurrir a diferentes vías para impugnarla:
- Alegaciones internas: Antes de iniciar acciones legales, el trabajador puede presentar una carta de alegaciones dirigida a la empresa, argumentando su postura y aportando pruebas que desmonten los motivos de la sanción.
- Recurso ante los tribunales laborales: Si la empresa mantiene la sanción, el trabajador puede acudir a la jurisdicción social para que un juez determine si la medida es proporcional y conforme a derecho.
Impugnar una sanción: pasos y plazos legales
Dependiendo del tipo de sanción, el trabajador dispone de 20 días hábiles para impugnarla ante los tribunales. Es recomendable actuar con rapidez para no agotar los tiempos de reclamación.
La demanda se interpone ante el Juzgado de lo Social, tras un intento de conciliación previa en el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) o el organismo equivalente en cada comunidad autónoma.
Recursos y asesoramiento legal
Cuándo acudir a un abogado: En casos de sanciones graves o despidos disciplinarios, contar con un abogado laboralista es clave para maximizar las opciones de éxito.
Un especialista analizará la sanción, reunirá pruebas y elaborará una estrategia de defensa.
Mitos comunes sobre amonestaciones laborales
- “Si no firmo la amonestación, no tiene validez.” Falso. La firma solo confirma que el trabajador ha recibido la comunicación, pero la amonestación sigue en vigor aunque no se firme.
- “Siempre implica sanción económica.” Falso. No todas las amonestaciones llevan aparejada una multa o descuento salarial. Muchas son advertencias formales que pueden servir como antecedente disciplinario.
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Conclusión
Las amonestaciones laborales no siempre son justas ni inapelables.
Conociendo los procedimientos adecuados y actuando con rapidez, es posible impugnar sanciones y defender los derechos del trabajador.
Si te enfrentas a una sanción, lo más recomendable es buscar asesoramiento profesional para garantizar una defensa efectiva.