El salario mínimo interprofesional (SMI) es uno de los pilares del sistema laboral español.

 

Establece la cantidad mínima que debe percibir cualquier trabajador por su jornada legal de trabajo, y se actualiza periódicamente por el Gobierno.

 

Esta guía ofrece una visión clara, actualizada y rigurosa sobre qué es el SMI, quién lo fija, cómo se calcula, cuál es su cuantía vigente y cómo afecta a la nómina y a las relaciones laborales.

 

Tanto si eres trabajador como empleador, conocer esta información es clave para cumplir con la normativa y evitar conflictos o reclamaciones.

 

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¿Qué es el salario mínimo interprofesional (SMI)?

El salario mínimo interprofesional es la remuneración mínima que debe recibir un trabajador en España, con independencia de su edad, sexo, nacionalidad o tipo de contrato.

 

Se trata de una cantidad fijada por el Gobierno que garantiza un umbral mínimo de ingresos para proteger a los trabajadores con menor capacidad de negociación.

 

El SMI se aplica a la jornada completa ordinaria. En caso de jornadas parciales, se percibe de forma proporcional.

 

Además, el importe fijado incluye tanto el salario base como los complementos, por lo que el total percibido debe alcanzar al menos el SMI vigente.

Marco legal

El salario mínimo interprofesional está regulado por el artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores, que otorga al Gobierno la competencia para fijar su cuantía anualmente, previa consulta con las organizaciones sindicales y empresariales más representativas.

 

También tiene respaldo en el Real Decreto que cada año aprueba oficialmente la nueva cuantía del SMI, donde se detallan las cifras en cómputo diario, mensual y anual.

 

Además, el Convenio 131 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) establece principios orientadores sobre la fijación de salarios mínimos, que España respeta como Estado miembro.

 

En conjunto, este marco normativo asegura que el SMI tenga una función protectora y social, sirviendo como herramienta para combatir la pobreza laboral y promover una remuneración justa.

¿Quién establece y cómo se fija el salario mínimo interprofesional?

El Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en España es determinado anualmente por el Gobierno, tras consultar con las organizaciones sindicales y empresariales más representativas.

 

  • Este proceso está regulado por el Artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores, que establece los criterios a considerar para su fijación:
  • Índice de Precios al Consumo (IPC): Refleja la evolución de los precios y el coste de vida.
  • Productividad media nacional alcanzada: Mide la eficiencia en la producción de bienes y servicios.
  • Incremento de la participación del trabajo en la renta nacional: Considera cómo se distribuye la riqueza generada en el país.
  • Situación económica general y perspectivas futuras: Evalúa el contexto económico y las proyecciones a corto y medio plazo.

 

Estos factores se analizan conjuntamente para determinar una cuantía que garantice una remuneración justa y adecuada a las condiciones económicas del momento.

 

El resultado se formaliza mediante un Real Decreto publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Por ejemplo, el Real Decreto 87/2025, de 11 de febrero, estableció el SMI para 2025 en 1.184 euros mensuales en 14 pagas.

SMI: ¿cuál es el salario mínimo actual en España?

El Salario Mínimo Interprofesional (SMI) vigente en España para el año 2025 es de 1.184 euros mensuales en 14 pagas, lo que equivale a 16.576 euros brutos anuales.

 

Este importe representa un incremento del 4,4% respecto al año anterior, suponiendo una subida de 50 euros mensuales.

 

A continuación, se presenta una tabla con la evolución del SMI en España en los últimos años:

 

Año  SMI mensual (14 pagas)  Incremento respecto al año anterior 
2021  950 € 
  •  
2022  1.000 €  +5,3% 
2023  1.080 €  +8% 
2024  1.134 €  +5% 
2025  1.184 €  +4,4% 

 

Esta tendencia refleja el compromiso del Gobierno por mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores, ajustando el SMI en función de la evolución económica y social del país.

¿Cómo se calcula el salario mínimo interprofesional?

El salario mínimo interprofesional no se calcula a partir de una fórmula matemática aplicable por empresas o trabajadores.

 

Es una cuantía fijada directamente por el Gobierno mediante Real Decreto, en base a los criterios establecidos por el artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores: evolución del IPC, productividad media, participación del trabajo en la renta nacional y coyuntura económica general.

 

No obstante, para comprender su aplicación práctica, es fundamental saber cómo se expresa: el SMI se publica en cómputo diario, mensual y anual, y suele fijarse en 14 pagas, lo que lo distingue del salario mensual en 12 pagas.

 

Por ejemplo, si el SMI mensual es de 1.134 €, eso implica:

 

  • 81 € por día trabajado, en jornadas completas.
  • 15.876 € anuales, repartidos en 14 pagas.
  • En contratos parciales o temporales, se prorratea en función de la jornada y duración.

 

El SMI incluye tanto el salario base como los complementos.

 

Por eso, si el salario base de un trabajador no llega a cubrir el SMI, deben sumarse pluses hasta alcanzar el mínimo legal.

Diferencias entre salario mínimo, salario base y salario bruto

Aunque a menudo se confunden, salario mínimo, salario base y salario bruto son conceptos distintos que conviene separar con claridad:

 

  • Salario mínimo (SMI): es la retribución mínima legal que debe percibir un trabajador por una jornada completa. Lo fija el Gobierno y actúa como umbral mínimo.
  • Salario base: es la cantidad pactada en contrato o convenio por el trabajo realizado, sin incluir complementos ni pluses. Puede ser inferior al SMI, siempre que la suma total supere este último.
  • Salario bruto: es el total que percibe el trabajador antes de aplicar las deducciones (Seguridad Social, IRPF, etc.). Incluye el salario base y todos los complementos salariales.

 

En resumen, el salario base forma parte del salario bruto, y este, a su vez, debe respetar al menos el SMI legal vigente.

 

Si el salario bruto está por debajo del SMI, la empresa estaría incumpliendo la normativa.

El SMI en la nómina y su impacto en las relaciones laborales

El Salario Mínimo Interprofesional no es solo una cifra de referencia económica: su aplicación práctica tiene efectos reales y directos en la nómina del trabajador y en las obligaciones legales del empleador.

 

El SMI actúa como una garantía de mínimos que debe respetarse en todos los contratos laborales, y su incumplimiento puede generar sanciones para la empresa.

¿Cómo se refleja el SMI en la nómina?

El SMI no aparece como un concepto específico en la nómina, sino que actúa como un umbral mínimo obligatorio.

 

Esto significa que la retribución total bruta mensual de un trabajador a jornada completa no puede ser inferior al SMI vigente.

 

Esto incluye tanto el salario base como los complementos salariales (pluses de convenio, antigüedad, nocturnidad, etc.).

 

Si un trabajador percibe un salario base inferior al SMI, la empresa debe complementarlo hasta alcanzar el mínimo legal.

 

Por ejemplo, si el salario base es de 950 €, pero el SMI vigente es de 1.134 €, el resto debe cubrirse con otros conceptos salariales para alcanzar esa cifra mínima.

Relación entre el SMI y el salario base

No son lo mismo, aunque a veces coinciden en cuantía.

 

El salario base es la retribución fijada por contrato o convenio por el trabajo ordinario, sin complementos.

 

El SMI, en cambio, es un mínimo legal total: si el salario base y los complementos no lo alcanzan, el empleador está obligado a ajustarlo.

¿Puede el salario base ser inferior al SMI?

Sí, pero solo si la suma de los complementos salariales lo eleva hasta alcanzar el SMI.

 

En ningún caso la retribución total por una jornada completa puede quedar por debajo del mínimo legal.

 

Esto tiene especial relevancia en sectores con salarios bajos o convenios desactualizados.

 

En esos casos, si la suma total no cumple con el SMI, la empresa debe compensar la diferencia como “complemento a salario mínimo”.

Impacto del SMI en la negociación colectiva y los contratos

Cada subida del SMI obliga a las empresas a revisar sus estructuras salariales, especialmente en sectores con sueldos ajustados o convenios con tablas por debajo del nuevo mínimo.

 

Esto puede provocar:

 

  • Ajustes salariales obligatorios.
  • Renegociación de convenios colectivos.
  • Efecto arrastre sobre otras categorías profesionales.

 

Además, tiene un impacto indirecto en aspectos como la base de cotización a la Seguridad Social, el cálculo de indemnizaciones por despido y la cuantía de prestaciones.

¿Qué pasa si una empresa no respeta el SMI?

Infringir el SMI constituye una infracción grave en materia laboral, sancionable por la Inspección de Trabajo.

 

El trabajador puede reclamar las diferencias salariales no abonadas hasta el plazo máximo de un año, además de posibles indemnizaciones.

 

Por tanto, el SMI no solo garantiza un mínimo vital, sino que también actúa como herramienta de control y protección frente a posibles abusos en las relaciones laborales.

 

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Reflexión final

El Salario Mínimo Interprofesional no solo es un indicador económico, sino un derecho fundamental que asegura la protección de los trabajadores con menos poder de negociación.

 

A través de su revisión anual y la consulta con las organizaciones sindicales y empresariales, el Gobierno garantiza que el SMI esté alineado con las condiciones económicas del país.

 

Este salario mínimo actúa como un umbral de justicia social, promoviendo el bienestar económico de aquellos con trabajos menos cualificados, y evitando que caigan por debajo del umbral de pobreza.

 

Es crucial para la estabilidad del mercado laboral y el cumplimiento de los derechos laborales fundamentales.

 

Además, los empleadores deben tener claro que el incumplimiento de la ley en relación con el SMI no solo pone en riesgo la relación con sus trabajadores, sino que puede acarrear sanciones significativas por parte de la Inspección de Trabajo.