La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica del sistema nervioso central que afecta al cerebro y la médula espinal. Se caracteriza por la destrucción de la mielina, la sustancia que recubre y protege las fibras nerviosas. Esta destrucción provoca una interrupción en la comunicación entre el cerebro y otras partes del cuerpo, resultando en una variedad de síntomas que pueden variar en gravedad.
La esclerosis múltiple puede ser profundamente incapacitante y afectar significativamente la capacidad de una persona para trabajar. Los síntomas incluyen debilidad muscular, dificultades para coordinar movimientos, fatiga extrema, problemas de visión, y alteraciones cognitivas. Estos efectos pueden hacer que tareas que antes eran simples se vuelvan complejas y, en muchos casos, imposibles de realizar. Ahí es cuando entra en juego el proceso de incapacidad laboral.
Nuestra primera visita es gratuita, y te ayudamos desde el principio.A muchas personas les dificulta e incluso impide totalmente el trabajo. En función del tipo de trabajo, el afectado tendrá más o menos limitaciones, pero en cualquier caso la esclerosis múltiple es una patología que incapacita en gran medida.
El grado de parcial se otorga cuando el afectado por la esclerosis, puede trabajar pero no al máximo, en un rendimiento normal, sino que su capacidad se ha reducido al menos en un 33%.
Se trata de la incapacidad para quien no esté capacitado para desarrollar su profesión habitual. Es muy frecuente en personas con esclerosis múltiple, ya que afecta a muchas y muy distintas capacidades de las personas.
Es la misma que la anterior, pero se otorga a partir de los 55 años, por las dificultades que a partir de esa edad, supone encontrar un empleo nuevo.
Es la indicada para personas que no pueden ejercer ninguna actividad, no sólo las de su trabajo habitual, sino ni siquiera las más sedentarias y livianas. No son pocos los casos de enfermos de esclerosis múltiple que obtienen este grado de incapacidad.
Es el grado máximo, que se reserva a personas que necesitan la ayuda de terceros para llevar a cabo las tareas personales y del día, como vestirse, asearse o comer. La limitación es extrema, y la esclerosis tiene mucha gravedad.
Tenemos mucha experiencia en conseguir incapacidades por esclerosis múltiple y otras enfermedades, por lo que en este punto señalamos los puntos clave para obtenerlo:
La Seguridad Social tiene hasta 135 días para decidir sobre las solicitudes de incapacidad permanente. Si no se obtiene respuesta dentro de este plazo, la solicitud se considera rechazada por silencio administrativo.
Una vez recibida la resolución, el solicitante cuenta con 30 días laborables para presentar una reclamación administrativa si no está de acuerdo. Si la reclamación también es denegada, se puede iniciar un proceso judicial ante los tribunales en los dos meses siguientes a la notificación.
La evaluación de la esclerosis múltiple mide cómo esta enfermedad neurológica afecta la vida cotidiana del afectado. A continuación, se describe el procedimiento:
La evaluación funcional examina el impacto de la esclerosis múltiple en la capacidad laboral del paciente. A través de pruebas neurológicas y funcionales, se analiza el grado de limitación, los síntomas como fatiga, debilidad y problemas de coordinación, así como las dificultades para realizar tareas laborales y la capacidad de adaptación a entornos de trabajo.
El tribunal médico revisa el diagnóstico de esclerosis múltiple y sus efectos sobre la vida del paciente. Inspecciona informes clínicos, estudios de imágenes y pruebas neurológicas para emitir un dictamen sobre cómo la enfermedad limita las capacidades laborales del afectado, considerando su impacto en el desempeño profesional y la vida diaria.
La baja laboral por esclerosis múltiple se concede cuando la enfermedad impacta significativamente la capacidad del trabajador para desempeñar sus funciones. La esclerosis múltiple puede causar síntomas debilitantes que provocan ausencias prolongadas para trabajar.
En los casos graves, la baja puede extenderse por periodos prolongados, a veces superando el año, debido a la naturaleza fluctuante y progresiva de la enfermedad. El proceso para obtener una baja laboral generalmente incluye una evaluación médica detallada que documente la severidad de los síntomas y cómo afectan el desempeño laboral.
Lo primero es reunir toda la documentación médica pertinente, incluyendo informes de neurólogos y resultados de estudios neurológicos detallados. También es recomendable buscar asesoría legal para cumplir con todos los requisitos y garantizar una adecuada representación en caso de rechazo de la solicitud.
Es esencial organizar y presentar todos los informes médicos, resultados de estudios neurológicos y cualquier prueba que demuestre cómo la esclerosis múltiple afecta tu capacidad para trabajar. Esta documentación es clave para respaldar tu solicitud de incapacidad y evidenciar el impacto de la enfermedad en tu desempeño laboral.
Para gestionar una solicitud de incapacidad por esclerosis múltiple, es esencial contar con el respaldo de un abogado especializado en Seguridad Social. Un experto en esta área puede ofrecer orientación integral para preparar y presentar la documentación médica necesaria, garantizando que se cumplan todos los requisitos legales. Su experiencia es clave para mejorar las posibilidades de éxito y asegurar que tus derechos sean protegidos a lo largo del proceso.
En esta sección, te ofrecemos ejemplos de casos gestionados por nuestro equipo, donde se ha obtenido con éxito la incapacidad por esclerosis múltiple. Estos casos ilustran cómo se ha abordado y resuelto cada situación, proporcionando una visión práctica del proceso y los desafíos comunes.