A veces, una incapacidad laboral nos obliga a tomar decisiones importantes. La incapacidad permanente puede ser tu mejor opción.
En nuestra guía te explicamos todo lo que necesitas saber para avanzar.
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La hepatitis es una inflamación del hígado que puede ser causada por diferentes factores, incluyendo infecciones virales, el consumo excesivo de alcohol, drogas y otras sustancias tóxicas, enfermedades autoinmunitarias y trastornos metabólicos.
La hepatitis vírica es una de las formas más comunes de hepatitis y puede ser causada por diferentes tipos de virus: A, B, C, D y E. La infección viral causa una inflamación aguda del hígado, provocando fatiga, dolor abdominal, y otros síntomas que veremos más adelante.
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En algunos casos, lleva a una inflamación crónica del hígado, causando daño hepático a largo plazo, cicatrización y cirrosis hepática, e incluso cáncer de hígado. En esos supuestos, conlleva bajas laborales de larga duración, e incluso desemboca en una incapacidad permanente.
Tipos y Grados de Incapacidad Laboral por hepatitis víricas
La hepatitis vírica puede deteriorar la función hepática y otros sistemas, limitando la capacidad laboral de quienes la padecen. Según el grado de afectación, puede determinarse un tipo específico de incapacidad laboral.
Incapacidad Parcial
Este grado de incapacidad implica una disminución del 33% en la capacidad para realizar el trabajo habitual debido a la hepatitis vírica. Aunque la persona puede seguir trabajando, su rendimiento laboral está claramente afectado.
Incapacidad Permanente Total
Cuando la hepatitis vírica impide continuar con la actividad laboral habitual, se otorga la incapacidad total. En este caso, el trabajador debe abandonar su empleo habitual y buscar una actividad alternativa.
Incapacidad Permanente Total Calificada
Afecta a personas mayores de 55 años, que, además de la incapacidad total, enfrentan mayores dificultades para adaptarse a un nuevo empleo. En estos casos, se aplica un incremento del 20% en la pensión.
Incapacidad Permanente Absoluta
En esta categoría, la hepatitis vírica limita la capacidad de realizar cualquier tipo de actividad laboral. Las complicaciones hepáticas avanzadas impiden al trabajador desempeñar funciones en cualquier entorno profesional.
Gran Invalidez
Se otorga cuando la hepatitis vírica genera un estado de salud tan deteriorado que la persona necesita ayuda para realizar actividades esenciales, como vestirse o alimentarse, debido a la falta de autonomía.
Requisitos para solicitar la incapacidad permanente por hepatitis vírica
- Diagnóstico Médico: Contar con un diagnóstico confirmado de hepatitis vírica crónica o avanzada que indique el grado de afectación hepática, así como el impacto funcional en la capacidad laboral. Este informe debe incluir resultados de pruebas como análisis de función hepática, biopsias y, en algunos casos, pruebas de imagen como ecografías o resonancias, que demuestren el progreso de la enfermedad y su impacto en el rendimiento laboral.
- Cotización Mínima: Para quienes tienen menos de 31 años, es necesario haber cotizado un tercio del tiempo transcurrido desde los 16 años hasta la fecha de solicitud. En el caso de mayores de 31, se precisa un mínimo de cinco años de cotización, de los cuales al menos el 20% debe haberse acumulado en los últimos diez años previos a la solicitud.
- Documentación Necesaria: Además de los informes médicos completos, es crucial presentar una historia laboral detallada, informes de incapacidades temporales anteriores relacionadas con la hepatitis vírica, así como registros de tratamientos y citas médicas que muestren los intentos de control o mejora de la enfermedad.
Procedimiento para Solicitar Incapacidad por hepatitis vírica
El proceso de solicitud de incapacidad por hepatitis vírica implica varias etapas clave que deben seguirse cuidadosamente para asegurar una solicitud bien fundamentada.
- Inicio del Proceso: Es importante iniciar la solicitud de incapacidad mientras el trabajador se encuentra de baja médica o en una situación que se equipare al alta. Para dar comienzo al trámite, se debe presentar el formulario específico en el Instituto Nacional de la Seguridad Social.
- Documentación Médica: Se requiere un informe clínico completo que incluya pruebas específicas, como análisis hepáticos detallados y estudios de función del hígado. Estos resultados deben reflejar cómo la hepatitis vírica afecta gravemente el desempeño laboral del trabajador, respaldando la necesidad de solicitar la incapacidad.
- Reclamación: En situaciones en las que la solicitud inicial es denegada, el trabajador puede interponer una reclamación previa, reforzada con informes médicos adicionales o pruebas recientes, para que la Seguridad Social reconsidere la petición.
- Recurso Judicial: Si la reclamación tampoco prospera, el trabajador puede optar por acudir a los tribunales. La asesoría de un abogado con experiencia en incapacidades es esencial en esta fase, asegurando que se cuente con una defensa eficaz para defender los derechos del trabajador frente a la denegación.
Plazos y Tiempos
El INSS tiene hasta 135 días para responder en los procesos de incapacidad. Si no emite ninguna respuesta en ese plazo, se interpreta automáticamente como una denegación, lo que se llama “silencio administrativo”.
En este caso, el solicitante tiene un plazo de 30 días hábiles para presentar una “reclamación previa”, que es una solicitud formal al INSS para que revise su decisión.
Si esta reclamación también es rechazada, el solicitante dispone de otros 30 días hábiles para llevar su caso a los tribunales, mediante una demanda judicial en los Juzgados de lo Social.
Evaluación de la hepatitis vírica
La hepatitis vírica puede causar daños significativos en el hígado, afectando la capacidad laboral. La evaluación considera cómo la enfermedad impacta las funciones hepáticas y el bienestar general, valorando las limitaciones que genera en el trabajo.
Evaluación Funcional
En esta fase, se analizan los efectos físicos de la hepatitis en el trabajador, como fatiga crónica o dolores, y cómo estos afectan el rendimiento en sus actividades laborales diarias, especialmente en tareas que requieren resistencia.
Tribunal Médico
Este órgano especializado revisa la documentación médica del solicitante y evalúa la gravedad de la hepatitis vírica. El tribunal analiza los síntomas, progresión y pronóstico de la enfermedad para determinar el grado de incapacidad permanente.
Baja Laboral
La baja laboral debido a la hepatitis vírica puede ser prolongada, ya que la recuperación depende del tipo y avance de la enfermedad. Esta baja permite un tiempo adecuado para tratamiento y mejora antes de una evaluación final.
Recomendaciones
Para quienes padecen hepatitis vírica, es esencial seguir el tratamiento prescrito y realizarse controles médicos regulares. Mantener un estilo de vida saludable también puede ser clave para reducir síntomas y prevenir el avance de la enfermedad.
Documentación Necesaria
Es fundamental presentar informes médicos detallados que incluyan análisis hepáticos, biopsias, pruebas de función hepática y otras evidencias que demuestren cómo la hepatitis vírica afecta la capacidad laboral del solicitante.
Asesoramiento Legal
Contar con abogados especializados en incapacidades es crucial para guiar el proceso de solicitud de incapacidad permanente. Estos profesionales ayudan a estructurar la documentación y argumentar el caso ante el tribunal médico o instancias judiciales.
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Casos Precedentes
Existen numerosos casos de éxito en los que trabajadores con hepatitis vírica han logrado el reconocimiento de incapacidad. Estos ejemplos proporcionan un marco útil y referencias para fortalecer futuras solicitudes de incapacidad laboral.