La pérdida de visión puede ser parcial o total, y puede ser causada por una variedad de condiciones, como enfermedades oculares (como la degeneración macular o el glaucoma), lesiones traumáticas, condiciones genéticas, o problemas de salud más amplios como la diabetes que pueden afectar los ojos.
Dependiendo del tipo y la gravedad de la pérdida de visión, las personas afectadas pueden enfrentar dificultades para realizar tareas que requieran visión detallada, y en los casos más graves, llegando a ser causa de incapacidad permanente.
Nuestros expertos te escuchan y te acompañan durante todo el procedimiento.La pérdida de visión puede variar en gravedad y afectar de diversas formas la capacidad de una persona para trabajar. Aquí exploramos los diferentes tipos de incapacidad que pueden resultar:
Este tipo de incapacidad se presenta cuando la pérdida de visión no impide por completo realizar el trabajo habitual, pero sí reduce significativamente el rendimiento laboral en al menos un 33%.
Se declara cuando la pérdida de visión hace imposible que el individuo continúe desempeñando su trabajo habitual por exigir requerimientos de agudeza visual, trabajos en altura o de riesgo para sí mismo o terceros. Sin embargo, aún podría tener la capacidad de realizar otras labores que no requieran de un moderado o elevado nivel de visión o exigencia física.
Esta categoría se aplica a partir de los 55 años, cuando la pérdida de visión dificulta considerablemente la posibilidad de conseguir otro empleo debido a la edad avanzada del individuo.
Cuando la pérdida de visión incapacita completamente al trabajador para realizar cualquier tipo de actividad laboral, independientemente de los requerimientos concretos de la misma.
Reservada para los casos más severos de pérdida de visión, donde la persona requiere asistencia de terceros para realizar actividades personales básicas, como ir al baño o vestirse.
Estos son los pasos a seguir para solicitar la incapacidad permanente por pérdida de visión:
El INSS tiene hasta 135 días hábiles para decidir sobre las solicitudes de incapacidad permanente. Si no emite una resolución dentro de este período, se considera que la solicitud ha sido denegada por silencio administrativo.
Después de esto, hay un plazo de 30 días hábiles para presentar una reclamación administrativa previa. Si esta reclamación también es desestimada, se debe presentar una demanda ante la jurisdicción social en los siguientes 30 días hábiles.
Las incapacidades se evalúan mediante un proceso regulado, en el que intervienen especialistas médicos. Aquí detallamos cómo:
El proceso de evaluación médica inicia con una consulta con un especialista oftalmológico, quien realiza un diagnóstico exhaustivo del estado de la visión del trabajador. Esto puede incluir pruebas específicas como exámenes de agudeza visual y evaluaciones de campo visual para determinar la extensión y gravedad de la pérdida de visión.
Una vez recopilada toda la documentación médica relevante, el caso es revisado por un tribunal médico. Este tribunal está compuesto por profesionales de la salud capacitados en el diagnóstico y tratamiento de las dolencias que impiden trabajar. Su tarea es evaluar los informes médicos y pruebas presentadas para determinar si la pérdida de visión del individuo cumple con los criterios establecidos para la incapacidad permanente.
Es posible obtener una baja o incapacidad temporal debido a la pérdida de visión. La decisión de conceder una baja temporal generalmente depende de la gravedad y la naturaleza de la condición ocular del individuo, así como de la evaluación médica realizada por un especialista. La baja temporal permite al trabajador ausentarse del trabajo por un período determinado mientras se recupera o se estabiliza su condición médica.
Como abogados con décadas de experiencia, sabemos qué debe hacer el trabajador para que se le otorgue una incapacidad por pérdida de visión.
Es esencial contar con informes médicos detallados que documenten la evolución de la pérdida de visión, los tratamientos recibidos, su eficacia y cómo afecta la capacidad para trabajar. En caso de que el caso llegue a un proceso judicial, disponer de un informe pericial elaborado por un especialista es una de las mejores decisiones.
Se aconseja buscar la orientación de un abogado de incapacidad laboral. Un profesional con experiencia en este campo puede proporcionar orientación sobre cómo proteger sus derechos y asegurarse de cumplir con todos los requisitos necesarios durante el proceso.
Es útil revisar decisiones judiciales anteriores relacionadas con la pérdida de visión y la incapacidad laboral. Esto ayuda a comprender cómo se han resuelto casos similares y qué argumentos legales han sido exitosos en el pasado. A continuación, se presentan ejemplos de casos relevantes para ilustrar estas situaciones.
Así, por ejemplo, la Sentencia del TSJ de Madrid de 6 de julio de 2022 [JUR 2022/266026] reconoce una Incapacidad absoluta por diplopía o visión doble, indicando:
“En la actualidad presenta como cuadro clínico residual estrabismo vertical de pequeño ángulo (desviación de los ojos hacia arriba o hacía abajo) y aniseiconia secundaria a cirugía de retina, esto es, los ojos no ven las imágenes del mismo tamaño y se presenta una diferencia tan significativa que el cerebro no puede procesar la visión correctamente, (…) Todos estos efectos secundarios le afectan al rendimiento en la lectura y conducción, así como el trabajo ante una pantalla de ordenador o TV, o leer textos más de pocos minutos.
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