atropello M-40

El trágico atropello de un peatón en la M-40 ha dado lugar a una indemnización para su familia, tras un proceso judicial que evaluó la responsabilidad del conductor y del fallecido. A continuación, te contamos los detalles de la sentencia que otorgó una compensación por este lamentable suceso, en el que ayudamos a obtener la compensación.

Los hechos: un cruce trágico en la M-40

El accidente ocurrió el 13 de julio de 2020, a las 19:30 horas, cuando un hombre de 57 años intentaba cruzar a pie la M-40, una de las autovías más concurridas de España. El peatón, que había salido de una estación de servicio, comenzó a caminar por el arcén y, tras unos metros, llegó a un punto donde intentó atravesar la carretera, un tramo de cuatro carriles en cada sentido. Al cruzar, se detuvo brevemente, aparentemente esperando el momento adecuado para atravesar de forma segura.

Durante ese tiempo, un Renault conducido por un hombre que volvía de su jornada laboral circulaba por el mismo tramo. Al aproximarse al punto donde el peatón cruzaba, el conductor intentó evitar el atropello tras un frenazo de un vehículo que iba adelante. Sin embargo, al no mantener la distancia de seguridad adecuada, el conductor no logró frenar a tiempo, lo que provocó que el Renault embistiera al peatón cuando este alcanzaba el cuarto carril.

El papel de la cámara de vigilancia

El hecho fue grabado por una cámara de tráfico instalada en el lugar, lo que permitió una visión clara del accidente y el momento preciso del atropello. Esta grabación, junto con otros testimonios, jugaría un papel crucial en la posterior revisión del caso y la modificación de la sentencia original.

El lugar donde ocurrió el accidente, en el punto kilométrico 30 de la M-40, es una de las zonas más transitadas de España, con una media diaria de 300.000 vehículos. Esta alta densidad de tráfico contribuyó a las dificultades en la visibilidad y reacción del conductor, sumando complejidad a las circunstancias del siniestro.

La responsabilidad: ¿quién tuvo la culpa?

En la primera sentencia, el tribunal atribuyó toda la culpa al peatón, argumentando que cruzó de manera indebida la M-40, exponiéndose a un riesgo considerable. Según la sentencia inicial, el hecho de que el peatón no utilizara un paso habilitado para cruzar y lo hiciera en una autovía de alta velocidad fue considerado como su responsabilidad total.

Sin embargo, la familia del fallecido apeló esta decisión, argumentando que el conductor también tenía parte de la culpa, ya que no mantenía la distancia de seguridad adecuada con el vehículo que iba adelante. Durante el proceso de apelación, se presentaron nuevas pruebas, entre ellas un video capturado por una cámara de tráfico, que mostró la secuencia exacta del accidente.

Tras revisar estas pruebas, la Audiencia Provincial de Madrid modificó la sentencia, atribuyendo un 75% de responsabilidad al peatón y un 25% al conductor, lo que permitió a la familia recibir una indemnización.

La sentencia: ¿qué consecuencias tiene para la familia?

Tras la modificación de la sentencia, la Audiencia Provincial de Madrid dictó una indemnización de 90.000 euros para la familia del fallecido. Esta cuantía fue el resultado de la asignación de un 25% de responsabilidad al conductor del vehículo, a pesar de que el peatón tuvo la mayor parte de la culpa.

La indemnización fue repartida entre los familiares más cercanos del fallecido: su madre y su hermano, quienes fueron los beneficiarios de la compensación económica. Esta cantidad tiene como objetivo aliviar, en parte, el sufrimiento causado por la pérdida y las consecuencias económicas derivadas del accidente.

A pesar de que el fallo no fue total para la familia, la indemnización reconoce la responsabilidad compartida en el trágico suceso, al mismo tiempo que subraya la importancia de una correcta valoración de los hechos en estos casos.

El impacto de la Sentencia

Una sentencia que establece un precedente sobre la responsabilidad compartida en accidentes de tráfico, subrayando la importancia de una conducción segura y la atención a la seguridad vial para prevenir tragedias.

Esta sentencia tiene un impacto significativo no solo para la familia afectada, sino también para la jurisprudencia en accidentes de tráfico. El fallo establece un claro precedente sobre la responsabilidad compartida, recordando que, tanto los peatones como los conductores, deben actuar con la máxima precaución para evitar situaciones trágicas. Además, resalta la relevancia de las pruebas visuales y de la correcta evaluación de los hechos a la hora de determinar la responsabilidad en estos casos.

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