Cuando un trabajador es despedido sin causa justificada o sin que la empresa respete el procedimiento legal, se considera despido improcedente. Esto no significa que el despido sea nulo ni que el trabajador deba ser readmitido automáticamente, pero sí abre la puerta a compensaciones económicas o a la reincorporación.
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¿Qué es un despido improcedente y cuándo se considera como tal?
El despido improcedente ocurre cuando la empresa no puede justificar la causa del despido o no cumple con los requisitos legales establecidos. Según el Estatuto de los Trabajadores, un despido es improcedente cuando no se acredita una razón válida.
Este tipo de despido suele producirse cuando la empresa despide a un trabajador sin motivos objetivos o disciplinarios justificados, o cuando no respeta el procedimiento formal, como la falta de carta de despido o incumplimientos en los plazos.
Si un despido es declarado improcedente por un juez o reconocido por la empresa en conciliación, el trabajador tiene derecho a ser readmitido o a recibir una indemnización, cuya cuantía dependerá de su antigüedad y salario.
Motivos y causas del despido improcedente
El despido improcedente ocurre cuando la empresa extingue el contrato de un trabajador sin justificar las causas alegadas o sin cumplir los requisitos legales establecidos en el Estatuto de los Trabajadores. Entre las principales causas de improcedencia destacan:
- Despidos sin causa suficiente: No se acredita un incumplimiento grave y culpable del trabajador (art. 54 ET) ni una causa objetiva válida (art. 52 ET).
- Falta de pruebas: La empresa no presenta documentación o pruebas que justifiquen la extinción.
- Errores en el procedimiento: No se entrega la carta de despido por escrito (art. 55.1 ET), no se respeta el preaviso en despidos objetivos (art. 53 ET) o no se abona la indemnización en el mismo momento de la extinción.
- Despidos encubiertos: Se utiliza una causa falsa para justificar el despido o se encubre un despido disciplinario bajo otra figura.
Si el despido se basa en discriminación o vulneración de derechos fundamentales (art. 14 CE y 55.5 ET), no se considerará improcedente, sino nulo, obligando a la empresa a la readmisión del trabajador con el pago de los salarios dejados de percibir.
Consecuencias de un despido improcedente: ¿qué opciones tiene el trabajador?
Cuando un despido es declarado improcedente, el trabajador tiene derecho a elegir entre dos opciones principales: la readmisión en su puesto de trabajo o el cobro de una indemnización, salvo en el caso de trabajadores con condición de representantes legales o delegados sindicales, donde la elección recae en el propio empleado (art. 56 del Estatuto de los Trabajadores).
La elección entre readmisión e indemnización recae en el trabajador en algunos casos, como con los representantes legales o delegados sindicales. Sin embargo, la readmisión es obligatoria para estos trabajadores si así lo eligen, a no ser que el despido sea nulo (por ejemplo, por discriminación).
Readmisión del trabajador
Si el trabajador o la empresa optan por la readmisión, la relación laboral se restablece en las mismas condiciones previas al despido. En este caso, la empresa está obligada a pagar los salarios de tramitación, es decir, los salarios que el trabajador habría percibido desde la fecha del despido hasta la readmisión efectiva.
Esto ocurre principalmente en casos donde la empresa prefiere reincorporar al trabajador en lugar de pagar la indemnización correspondiente.
Para representantes de los trabajadores o delegados sindicales, la readmisión es obligatoria si así lo elige el trabajador, salvo en despidos nulos, donde siempre procede la reincorporación (art. 56.4 ET).
Indemnización por despido improcedente
Si la empresa no opta por la readmisión, deberá abonar al trabajador una indemnización de 33 días de salario por año trabajado, con un límite de 24 mensualidades (art. 56.1 ET). No obstante, para contratos anteriores al 12 de febrero de 2012, la indemnización se divide en dos tramos:
- Hasta el 12 de febrero de 2012: 45 días por año trabajado, con un tope de 42 mensualidades.
- Desde el 12 de febrero de 2012: 33 días por año trabajado, con un tope de 24 mensualidades.
El cálculo de la indemnización se realiza sobre el salario regulador, que incluye el sueldo base y los complementos salariales. El pago debe efectuarse en el mismo momento en que se extingue la relación laboral o cuando se declara la improcedencia en sede judicial.
Incumplimiento del procedimiento y despido improcedente
Si la empresa no concede al trabajador la oportunidad de defenderse antes de formalizar un despido disciplinario, este puede ser declarado improcedente. La falta de audiencia previa no solo invalida la decisión empresarial, sino que también puede dar lugar a una posible sanción económica para la empresa, lo que agrava las consecuencias del despido.
La falta de audiencia previa vulnera el derecho a la defensa y al debido proceso, lo que invalida la decisión empresarial. Como consecuencia, la empresa se verá obligada a readmitir al trabajador o a indemnizarlo conforme a la normativa vigente.
Derecho a paro tras un despido improcedente
El trabajador despedido de forma improcedente tiene derecho a solicitar la prestación por desempleo (art. 267 de la Ley General de la Seguridad Social), siempre que cumpla los requisitos mínimos de cotización (haber cotizado al menos 360 días en los últimos seis años).
En caso de readmisión, el trabajador recuperará su puesto y no podrá acceder al paro, ya que no se considera desempleado. Si opta por la indemnización, podrá cobrar la prestación por desempleo en las mismas condiciones que cualquier otro trabajador despedido.
Si el despido se impugna y el trabajador solicita la prestación por desempleo mientras espera resolución, no deberá devolver las cantidades percibidas si finalmente opta por la readmisión, ya que se descuentan de los salarios de tramitación (art. 209.5 LGSS)
Cómo impugnar un despido improcedente
Para impugnar un despido improcedente, el trabajador debe presentar una papeleta de conciliación ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) en un plazo de 20 días hábiles desde la notificación del despido (art. 103 LRJS). Si no hay acuerdo, se puede interponer una demanda judicial ante el Juzgado de lo Social.
En el juicio, el juez determinará si el despido es improcedente y concederá al empresario la opción de readmitir al trabajador o pagar la indemnización correspondiente (art. 56 ET).
Ejemplos de despidos improcedentes y sentencias relevantes
Algunos despidos han sido declarados improcedentes por los tribunales debido a diversas irregularidades. A continuación, se presentan algunos casos con su respectivo contexto:
- Despidos sin causa justificada o insuficientemente acreditada
El Tribunal Supremo declaró improcedente un despido en el que la empresa alegó bajo rendimiento sin aportar pruebas suficientes que demostraran una disminución real en la productividad del trabajador. (STS 11/02/2020, Rec. 3621/2017). - Falta de preaviso en contratos temporales fraudulentos
Un trabajador con contrato temporal fue despedido sin el preaviso correspondiente. Sin embargo, el tribunal determinó que la relación laboral no era realmente temporal, sino indefinida, ya que el contrato encadenaba renovaciones injustificadas. Por lo tanto, el despido fue declarado improcedente. (STS 21/07/2021, Rec. 3263/2019). - Sanciones desproporcionadas que vulneran el principio de proporcionalidad
En un caso, un trabajador fue despedido por una falta menor que la empresa consideró muy grave. El tribunal concluyó que la sanción impuesta era excesiva en relación con la conducta del trabajador, declarando el despido improcedente por vulnerar el principio de proporcionalidad. (STS 14/02/2023, Rec. 1173/2021).
Cada caso de despido improcedente tiene particularidades propias, por lo que es recomendable contar con asesoramiento legal antes de presentar una reclamación.
Compatibilidades de la indemnización con otros pagos
Cuando un trabajador es despedido de manera improcedente, surgen muchas dudas sobre los pagos que le corresponden. No sólo se debe considerar la indemnización, sino también otros conceptos como el finiquito, la compensación por falta de preaviso o posibles pagos adicionales.
Es importante conocer cuáles de estos importes son compatibles y cómo deben abonarse para evitar conflictos con la empresa.
¿Se puede recibir indemnización y otra compensación?
Sí, la indemnización por despido improcedente no excluye el derecho a recibir otros pagos. Sin embargo, la empresa no puede incluir en la indemnización cantidades que correspondan a conceptos distintos, como salarios pendientes, pagas extras o compensaciones adicionales establecidas en el convenio colectivo.
¿Es compatible con finiquito, preaviso o pagos adicionales?
Sí, son conceptos independientes. El finiquito incluye las cantidades pendientes de pago hasta la fecha del despido, como vacaciones no disfrutadas y salarios devengados.
Además, si el despido se produce sin preaviso, el trabajador puede reclamar la compensación correspondiente. En algunos casos, los convenios colectivos pueden establecer pagos adicionales en caso de despido.
Casos específicos de despido improcedente
El despido improcedente no siempre se presenta en las mismas circunstancias. Existen situaciones especiales en las que las consecuencias pueden variar dependiendo del tipo de contrato o la situación laboral del trabajador.
Despidos en contratos temporales o de obra
Si un contrato temporal o por obra y servicio se extingue sin causa justificada antes de la fecha prevista, el despido puede considerarse improcedente.
En estos casos, el trabajador puede reclamar una indemnización, y en algunos supuestos, el contrato se convierte en indefinido si la empresa ha incumplido las normas de temporalidad.
Despidos en excedencias
Los trabajadores en excedencia tienen derecho a reincorporarse a su puesto al finalizar el período concedido.
Si la empresa se niega sin una causa justificada o procede a un despido, este puede ser declarado improcedente. En estos casos, el trabajador puede exigir la readmisión o una indemnización.
Despidos sin centro de trabajo donde readmitir al empleado
Cuando una empresa cierra o reestructura su plantilla, puede darse la situación de que un trabajador despedido improcedentemente no tenga un puesto al que volver. En estos casos, la readmisión puede ser inviable, por lo que la única opción es el pago de la indemnización correspondiente.
Tributación y fiscalidad
Uno de los aspectos más importantes tras un despido improcedente es conocer cómo tributa la indemnización recibida. Aunque existen exenciones fiscales, no todos los importes están libres de impuestos, y es clave entender en qué situaciones se debe tributar.
¿Cómo tributa la indemnización por despido improcedente?
La indemnización por despido improcedente está exenta de IRPF hasta ciertos límites, siempre y cuando el despido no haya sido pactado entre la empresa y el trabajador.
Si el despido es reconocido judicialmente o a través de un proceso de conciliación ante el SMAC, la indemnización estará exenta de tributación hasta un máximo de 33 días por año trabajado con un límite de 24 mensualidades, hasta 180.000 €.
En cambio, si la empresa reconoce la improcedencia en la carta de despido sin pasar por un proceso formal, la indemnización sí tributa en el IRPF.
¿Está exenta de IRPF en algunos casos?
Sí, la ley establece que están exentas las indemnizaciones que no superen 33 días por año trabajado con un máximo de 24 mensualidades.
Cualquier cantidad que supere este límite deberá tributar como rendimiento del trabajo en la declaración de la renta. Además, si la indemnización se acuerda directamente con la empresa sin pasar por un proceso judicial, no gozará de exención fiscal.
Faqs
¿Es obligatorio el preaviso en un despido improcedente?
La empresa no está obligada a preavisar al trabajador en caso de despido improcedente, ya que, en principio, la extinción del contrato puede ser inmediata. No obstante, si el contrato o el convenio colectivo establecen la obligación de preaviso, la empresa deberá cumplir con esa condición o indemnizar al trabajador por el período no preavisado.
Sin embargo, si el contrato o el convenio colectivo establecen la obligación de preaviso, la empresa deberá cumplir con lo pactado o compensar al trabajador con el salario correspondiente al período no preavisado.
¿Cuánto suele tardar un juicio por despido improcedente?
El tiempo que tarda un juicio por despido improcedente puede variar según la carga de trabajo de los juzgados de lo social en cada territorio. Generalmente, el señalamiento del juicio se produce entre tres meses y un año desde la presentación de la demanda.
No obstante, si hay saturación en los tribunales, el proceso puede alargarse más. Además, si tras el juicio se presenta un recurso de suplicación ante el Tribunal Superior de Justicia, el proceso podría extenderse aún más.
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¿Qué pasa si la empresa reconoce el despido improcedente?
Si la empresa reconoce la improcedencia del despido, tiene dos opciones: readmitir al trabajador en su puesto o indemnizarle conforme a la ley. Normalmente, el reconocimiento de la improcedencia se formaliza en el acto de conciliación ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) o el órgano equivalente en cada comunidad autónoma.