La fractura de clavícula es una lesión frecuente en accidentes de tráfico. La clavícula es el hueso que conecta la parte superior del esternón con el omoplato que, por lo general, ocurre entre el segmento proximal (cercano a la línea media de cuerpo) y el tercio distal (alejado de la línea media del cuerpo) de la longitud de la clavícula.
La fractura de clavícula es una lesión frecuente en accidentes de tráfico. La clavícula es el hueso que conecta la parte superior del esternón con el omoplato que, por lo general, ocurre entre el segmento proximal (cercano a la línea media de cuerpo) y el tercio distal (alejado de la línea media del cuerpo) de la longitud de la clavícula.
La clavícula se fractura a menudo, debido a un golpe indirecto a raíz de un impacto violento con el brazo extendido durante una caída, o por caídas directas sobre el propio hombro. Con esa tipología accidental, es lógico discurrir que los motociclistas y los ciclistas son las víctimas que más sufren esta clase de fractura
Tras producirse la fractura, el ligamento coracoclavicular suele impedir la luxación de la articulación, pero sigue existiendo riesgo de que los músculos aductores del brazo tiren del fragmento distal haciendo que si existan fragmentos óseos, se desplacen sobre el hueso.
Las fracturas de clavícula que terminan desplazadas de su posición anatómica pueden lesionar los vasos sanguíneos, el pulmón o el plexo braquial, ya que la funcionalidad de la clavícula es protegerlos. Debido a su proximidad, y a la posibilidad de que la fractura se astille, puede perforarse un pulmón, por ejemplo, sobreviniendo un neumotórax y, posteriormente, la muerte.
Una fractura de clavícula es una lesión recurrente que debe de ser revisada por un profesional. En muchos casos no necesita de intervención quirúrgica, si la fractura es limpia, pero que, en caso de fractura conminuta y de fracturas desplazadas, requerirá de cirugía ortopédica para su reducción.
La fractura de clavícula se calcula, en primer lugar, en base a las secuelas que puedan derivarse y que vienen contempladas en la Ley 5/2015, de 22 de septiembre, conocido como el baremo 2015, de reforma del sistema para la valoración de los daños y perjuicios causados a las personas en accidentes de circulación.
En dicha normativa se contempla tres supuestos en los que se abonan secuelas por fracturas de clavícula:
Estos tres supuestos conllevan puntuaciones que van de 1 a 10 puntos de secuela, dependiendo cada una de las limitaciones que suponga. Dichas limitaciones también podrán suponer una indemnización por daños morales por pérdida de calidad de vida, en los casos en que sean importantes.
Asimismo, estudiaremos el perjuicio estético, por cuanto la cicatriz, dependiendo del tipo de reducción, de haberla, suele ser de gran tamaño.
En cuanto a los días de baja, dependiendo de la intensidad de las limitaciones que suponga el periodo de sanidad hasta la estabilización de la lesión, se valorarán en una horquilla que comprende de 30 a 100 euros por día.
Por último, el perjuicio patrimonial, que se divide en daño emergente y en lucro cesante, debe ser concienzudamente estudiado, por cuanto, en primer lugar, el daño emergente supone una serie de gastos sanitarios asumidos por la víctima, así como un posible cambio de material protésico, que deben de ser cuantificados.
Asimismo, el lucro cesante supone el dinero dejado de ingresar durante el periodo de sanidad, así como el que dejaremos de ingresar en un futuro si de la lesión se deriva una incapacidad para desarrollar nuestro puesto de trabajo.
En Toro Pujol somos abogados especialistas en indemnizaciones por accidentes de tráfico. Llevamos más de 40 años creciendo alrededor de nuestros clientes, quienes han supuesto la base para ser quien somos.
En todos estos años hemos tenido la posibilidad de tratar las reclamaciones de daños y perjuicios derivados de accidentes de tráfico desde muchos puntos de vista y las fracturas de clavícula, por su habitualidad, han sido un asunto recurrente.
No debemos olvidar, que un tipo de lesiones como esta puede tener como consecuencia una incapacidad laboral, bien sea temporal ocasionada por la estancia hospitalaria y las subsiguientes acciones de rehabilitación después del alta médica. O la incapacidad permanente por las lesiones como consecuencia de sufrir un accidente de tráfico. Nuestros abogados especialistas se harán cargo de todos estos trámites.
Es importantísimo confiar el asunto en un abogado especialista, por cuanto las partidas a reclamar son muchas y únicamente un profesional habituado a trabajar con una normativa tan compleja como el baremo de accidentes nos puede asegurar recibir la indemnización que merecemos por nuestras lesiones.
Los daños físicos y psíquicos causados por un accidente de tráfico pueden ser variados tanto en gravedad como en recuperación médica, factores éstos últimos determinantes en la cuantificación de la indemnización a reclamar por el accidente de tráfico sufrido. Por eso existe una tabla, para dotar de objetividad a estos asuntos: se trata del baremo. En él, según el daño corporal, se obtiene una cuantía de indemnización. Se valoran también la muerte, las lesiones temporales y el perjuicio estético. Se usa, asimismo, cuando ha habido un accidente laboral, aunque eso corresponde a otro ámbito. Cuando una persona sufre un accidente de tráfico precisa en muchas ocasiones de un tiempo de recuperación, motivo por el cual se encuentra en situación de incapacidad temporal derivada de accidente no laboral o accidente de trabajo. Transcurrido este período de incapacidad temporal y según el alcance de las secuelas, la víctima del accidente de tráfico necesita ser reconocido en situación de incapacidad permanente total, absoluta, gran invalidez o parcial. La solicitud de las prestaciones o pensiones derivadas de un accidente de tráfico son un trámite que requiere la asesoría de profesionales del derecho que le acompañen en todo el proceso que sigue a una lesión por un siniestro. Todo ello será debidamente analizado y valorado por nuestros abogados especialistas en incapacidad permanente, quienes le asesorarán y tramitarán la incapacidad permanente a la que tenga derecho. Todos en algún momento hemos contratado de manera directa o indirecta, seguros de vida, seguros por incapacidad permanente, seguros de vida hipotecarios, seguros derivados de convenios colectivos; así como hemos tenido asociados a tarjetas de crédito que también contemplan indemnizaciones por accidentes de tráfico. Por dicho motivo, es imprescindible saber qué seguros de vida y de incapacidad permanente tenemos suscritos, el clausulado de los mismos (condiciones generales y condiciones particulares) para de este modo llevar a cabo la reclamación de dichos seguros. Una persona que sufre un accidente de tráfico puede ser víctima, bien sea conduciendo un coche, moto, bicicleta o patinete eléctrico; o bien, no estar conduciendo y se víctima de un atropello. Cada circunstancia determinará lesiones, secuelas e indemnizaciones derivadas del accidente de tráfico. Las consecuencias de un accidente de tráfico pueden llegar a ser importantes y determinar la vida de la víctima que lo sufre. Para ello, las leyes han contemplado una serie de ayudas orientadas a mejorar la calidad de vida tanto de quienes han sufrido un accidente como de los familiares que deben hacerse cargo de sus cuidados. Nuestro equipo de abogados especializados os orientará legalmente a fin de acceder a estas ayudas. Nuestra experiencia es nuestra fortaleza. Adéntrate en algunos de los casos que hemos llevadode manera exitosa.Infórmese de otros servicios que ofrece nuestro despacho
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