El 15 de diciembre marcó un hito en nuestro calendario laboral en Barcelona. Fue el día en el que nuestro equipo del despacho se sumergió en una gran experiencia para celebrar la llegada de la Navidad. Misterio, emoción y un espíritu de colaboración se entrelazaron en una jornada que prometía ser inolvidable. Desde la mañana hasta la noche, cada momento fue especial mientras nos aventurábamos juntos en una serie de actividades diseñadas para unirnos más como equipo. Fue un día donde la diversión, el buen rollo y la celebración se fusionaron para crear recuerdos que perdurarán mucho más allá de la temporada navideña.

Intriga Navideña: Nuestro Escape Room

Las festividades de este año se vistieron de emoción y enigmas cuando nos adentramos en un escape room de suspense. Divididos en equipos, nos metimos de lleno en la trama de un misterioso asesinato que requería nuestra perspicacia y habilidad para resolverlo.

En el corazón de esta experiencia estaba la colaboración y el ingenio, ya que cada grupo se enfrentaba a acertijos y desafíos que solo podían superarse mediante la combinación de talentos individuales. Fue fascinante ver cómo cada mente aportaba una perspectiva única, creando un ambiente lleno de energía y camaradería mientras trabajábamos juntos para descifrar pistas y avanzar en la historia.

El reloj marcaba el ritmo de nuestra adrenalina, cada minuto contaba en este emocionante juego. Las sorpresas nos aguardaban a medida que avanzábamos en la resolución del misterio. El suspenso se palpaba en el aire mientras nos acercábamos al clímax, y la satisfacción de desvelar cada pista nos impulsaba a seguir adelante.

Finalmente, un equipo salió victorioso, y cada miembro tuvo una sensación de logro y complicidad que solo puede surgir de enfrentar un desafío conjunto. Este escape room no solo fue un juego, sino una experiencia que fortaleció nuestros lazos y demostró que, trabajando juntos, somos capaces de superar cualquier obstáculo.

Fue un inicio intrigante para nuestras festividades navideñas, dando el pistoletazo de salida a las demás actividades.

Un Respiro y un Banquete Delicioso

Tras el desafío del escape room, nos tomamos un merecido descanso para compartir y relajarnos tomando algo. Luego, la emoción continuó mientras nos dirigíamos hacia la encantadora Barceloneta para una experiencia gastronómica inolvidable.

En un restaurante con vista al mar Mediterráneo, nos entregamos a un festín de sabores. El menú, un homenaje a la cocina local, presentaba una selección tentadora de entrantes, desde frescas ensaladas hasta el clásico pan con tomate y unas croquetas irresistibles en cada bocado.

La estrella de la velada fue el exquisito arroz, una muestra del arte culinario. La dificultad radicó en elegir entre las variadas opciones disponibles, cada una ofreciendo una combinación única de aromas que deleitaba los sentidos.

Todavía quedaba sitio para los postres, a cuyo término nos hicimos los regalos del amigo invisible, desatando las risas y las bromas entre todos nosotros.

Momentos en el Hotel Wela de Barceloneta

Nuestra jornada no podía haber sido completa sin una visita al sofisticado Hotel Wela. En este enclave de elegancia y modernidad, nos sumergimos en un ambiente refinado que añadió un toque de lujo a nuestra celebración. Disfrutamos de un momento de relax y espontaneidad, deleitándonos con bebidas exquisitamente preparadas en un entorno que emanaba estilo y distinción.

El hotel, con su vista panorámica y su atmósfera envolvente, nos brindó la oportunidad perfecta para compartir risas, anécdotas y brindis, mientras admirábamos las vistas impresionantes de la ciudad que se extendían frente a nosotros.

Fue un cierre perfecto para una jornada llena de aventuras, sabores y compañerismo.

Un Día para Recordar

Nuestro día festivo se convirtió en un capítulo inolvidable en el libro de recuerdos de nuestro equipo. Desde desentrañar misterios en el escape room hasta deleitarnos con los sabores del Mediterráneo en un restaurante con vista al mar, y finalmente, intercambiar los presentes del amigo invisible, cada momento fue una pincelada de emoción y compañerismo.

Esta jornada supuso una oportunidad para crear huellas duraderas y dar importancia al trabajo en equipo. Los desafíos superados, los sabores compartidos y las risas en el camino nos recordaron que nuestro mayor activo es la unión y colaboración.

En resumen, esta fecha de evento navideño no solo fortalece los lazos entre colegas, sino que también encarna el espíritu de unidad. A través de actividades compartidas, comidas y momentos de convivencia, se crea un ambiente cálido que va más allá de lo profesional, fomentando la colaboración y el sentido de pertenencia en la empresa. Estas celebraciones son recordatorios poderosos de cómo la unión y el compañerismo son ingredientes esenciales para construir una cultura empresarial sólida y armoniosa.

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