Cuando en un matrimonio los caminos se separan, y aparece el divorcio, la pensión compensatoria es una posibilidad en casos de desequilibrio económico entre las partes. Aquí, se enfrentan las disparidades financieras que pueden surgir, sobre todo cuando uno de los cónyuges ha sacrificado su desarrollo profesional en aras del matrimonio o la carrera del otro. Si este escenario puede resultar complejo de por sí, cuando uno de los cónyuges tiene minusvalía, la ecuación se complica. Vemos en este artículo las posibles afecciones y consecuencias de esta situación.

Criterios para la Pensión Compensatoria

Como ya hemos expuesto, para solicitar una pensión compensatoria, debe existir un desequilibrio económico entre los cónyuges debido a la ruptura matrimonial. Este desequilibrio suele surgir cuando uno de los esposos contribuye más financieramente al hogar, mientras que el otro se dedica principalmente a las labores del hogar, una labor que, aunque valiosa, no se remunera.

Esto da lugar a que uno de los cónyuges avance en su carrera mientras que el otro ve interrumpida, o incluso terminada, su proyección profesional. En tales casos, el cónyuge que experimenta desventajas económicas tras la separación tiene derecho a solicitar una pensión compensatoria.

Factores considerados para determinar el derecho a pensión

Los jueces consideran varios elementos al decidir si conceder una pensión compensatoria, evaluando cuidadosamente las circunstancias individuales de cada caso. Estos son los factores que suelen tener en cuenta para esta decisión:

  1. Desequilibrio económico: Tal y como hemos explicado, esta es la primera de las condiciones de la pensión compensatoria.
  2. Contribución al matrimonio: Los jueces analizan las contribuciones de cada cónyuge al matrimonio, tanto financieras como no financieras, como el cuidado del hogar y la crianza de los hijos.
  3. Duración del matrimonio: Es importante cómo la duración afecta las perspectivas de empleo y la capacidad de ganancia de cada cónyuge.
  4. Edad y salud: Aquí es donde entra la discapacidad: puede afectar la capacidad de uno de los cónyuges para trabajar y generar ingresos.
  5. Capacidad de ganancia: Se evalúa la capacidad de cada cónyuge para obtener empleo y generar ingresos en el futuro, teniendo en cuenta su educación, habilidades laborales y experiencia.
  6. La colaboración con su trabajo: Se tiene en cuenta la ayuda en las actividades mercantiles, industriales o profesionales del otro cónyuge.
  7. El caudal y medios del otro cónyuge: Otro de los factores es el de la capacidad propia por el patrimonio, capital y otros activos que pueda tener cada uno.

Influencia de la Minusvalía en la Pensión

El juez puede tomar en consideración las circunstancias personales del cónyuge con discapacidad. El cálculo de la pensión compensatoria depende de una variedad de factores, siendo el del estado de salud muy importante. Es aquí donde la discapacidad puede tener un impacto significativo, ya que representa un gasto significativo en términos de terapias, apoyos y medicamentos.

Este aspecto se incorpora como un elemento más en la consideración de los requisitos económicos. En resumen, la discapacidad no otorga una ventaja económica o patrimonial durante un divorcio, pero sí se tiene en cuenta en la elaboración del acuerdo regulador para establecer un marco equitativo entre los cónyuges.

¿Qué pasa si me divorcio y tengo una discapacidad?

En el caso de un divorcio donde una de las partes tiene una discapacidad, esta condición puede influir en cómo se establecen los acuerdos. La discapacidad se considerará al determinar si se concede una pensión compensatoria y en qué medida. Los tribunales evaluarán cómo la discapacidad afecta la capacidad de esa persona para mantenerse financieramente independiente después del divorcio.

Conclusión

En el contexto de divorcios en los que algún miembro tiene minusvalía, la determinación de la pensión compensatoria es la cuestión central en muchas parejas. Más allá de los elementos estándar considerados en casos de divorcio, como el desequilibrio económico y las contribuciones al matrimonio, los tribunales evalúan cómo la discapacidad impacta en la capacidad del individuo para mantenerse financieramente independiente.

Esto implica comprender las limitaciones y necesidades particulares que surgen debido a la discapacidad, tanto a corto como a largo plazo. Los tribunales deben tener en cuenta la capacidad del cónyuge discapacitado para obtener y mantener un empleo, así como la posible necesidad de asistencia adicional para cubrir actividades cotidianas.

Asimismo, se requiere un enfoque equitativo que asegure que ambas partes reciban un trato justo en el acuerdo de divorcio. En muchos casos, esto puede implicar la necesidad de una pensión compensatoria de por vida o durante un período prolongado, especialmente si la discapacidad afecta significativamente la capacidad de generar ingresos del cónyuge afectado. En Toro Abogados tenemos décadas de experiencia tanto en casos de divorcio como en minusvalías; contáctenos sin compromiso.

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