Malformación de Chiari Incapacidad Laboral

A continuación vamos a explicar qué es la malformación de Chiari y la Incapacidad laboral. Se va a explicar lo que supone padecer esta malformación, sus limitaciones y por ende, a consecuencia de esta, cómo acceder a una incapacidad laboral.

¿A qué se refieren cuando hablan de la malformación de Chiari o el síndrome de Arnold Chiari?

Lo que sucede en este tipo de enfermedad es que las amígdalas debido a su agrandamiento pueden bajar llegando al espacio del canal vertebral donde se encuentra la médula impidiendo que pueda circular correctamente el líquido cefalorraquídeo. En varias ocasiones, personas que presentan esta enfermedad pueden terminar desarrollando quistes que eliminan el tejido nervioso.

Se diagnostica mediante la resonancia magnética, que pone de manifiesto las anomalías que puedan existir en la unión del cráneo y de la columna vertebral, además de su intensidad. Además esta resonancia magnética puede mostrar la existencia o no de repercusiones sobre las estructuras cercanas, y también la presencia de siringomielia.

¿Cuántos tipos de malformación de Chiari existen?

Se suele clasificar la malformación de Chiari en tres tipos y su encuadramiento dentro de un grupo u otro se basa en el tipo de tejido que baja a la columna vertebral y depende también de si este descenso provoca alguna alteración en el desarrollo del cerebro o de la columna.

El tipo I de la malformación de Chiari ocurre en el momento en el que el cerebro y el cráneo están en periodo de crecimiento. Y las del tipo II y III son las que se encuentran desde el nacimiento o antes.

¿Qué consecuencias tiene esta malformación en la salud?

Las consecuencias de padecer esta enfermedad suelen derivar en fuertes dolores de cabeza. Cuando se realiza algún movimiento brusco como puede ser el simple estornudo los dolores pueden presentarse de forma más acentuada.

El síndrome de Arnold Chiari conlleva otras consecuencias como son vértigos, contracturas en las cervicales, e incluso puede llegar a inhibir la sensibilidad. Además, otro de los grandes problemas de esta enfermedad es que todos los síntomas terminan por hacerse crónicos, por lo que en muchas ocasiones a las personas que la padecen, conlleva una ausencia de normalidad a la hora de poder llevar a cabo determinadas tareas como son trabajar o tareas domésticas, entre otras.

Hay que señalar que como la mayoría de este tipo de enfermedades, dependiendo del grado o tipo que se padezca presenta unos síntomas u otros. A continuación explicamos brevemente qué síntomas existen en cada tipo:

Dentro del síndrome de Arnold Chiari, los síntomas que se presentan normalmente en el tipo I suelen ser dolores bastante fuertes en la cabeza. Estos dolores se suelen producir como hemos mencionado anteriormente cuando por ejemplo la persona estornuda o hace algún movimiento fuerte con el cuello. Además se suelen ver ciertas dificultades con el equilibrio que produce mareos y vómitos en algunas ocasiones. También se presentan dificultad a la hora de coordinar, e incluso adormecimiento de las extremidades.

En el caso del tipo II de este síndrome los tejidos que desplazan hacia la columna vertebral suelen ser mayores que en la anterior. En el tipo II, las personas afectas suelen presentar espina bífida ya que se produce antes de nacer por lo que no se ha terminado de formar la columna vertebral. Otro síntoma puede ser cambios frecuentes en la respiración y flaqueo en la fuerza de los brazos además de ciertos movimientos rápidos de los ojos.

Por último, en cuanto a la malformación de Chiari o Síndrome de Arnold Chiari tipo III, el tejido llega hasta la parte de atrás del cuello.

Las consecuencias más severas de padecer de esta malformación son las siguientes:

Hidrocefalia. Esto es que se acumulan demasiados líquidos en el cerebro.

Espina bífida. La espina bífida.

Siringomielia. Esta patología es cuando se crea un quiste dentro de la columna.

Síndrome de médula espinal anclada. 

¿Es posible tratar esta patología o malformación?

Existe un tratamiento mediante la intervención quirúrgica para la malformación de Arnold Chiari. Lo que persigue este tratamiento es intentar ganar espacio para evitar que se comprima el cerebelo.

Además de este tratamiento, solo están los medicamentos para intentar calmar los dolores, para poder sobrellevar de mejor manera la enfermedad.

¿Es posible solicitar una incapacidad permanente laboral por padecer de la malformación de Chiari o Síndrome de Arnold Chiari?

Dentro de las enfermedades que pueden dar lugar a una incapacidad laboral se encuentra efectivamente la malformación de Chiari siempre y cuando esté impidiendo realizar a la persona afectada su actividad laboral con normalidad. También hay casos más graves en los que está malformación imposibilita de forma absoluta el desempeño de cualquier actividad laboral.

Es necesario analizar cada caso en concreto, teniendo en cuenta los informes médicos y la situación de cada persona en particular con el fin de poder determinar con más precisión si la enfermedad, en este caso la malformación de Chiari es suficientemente grave e incapacitante para dar lugar al reconocimiento de una incapacidad permanente.

Presentamos a continuación algunos ejemplos en los que solicitar una incapacidad permanente es viable:

Solicitar una incapacidad permanente total para la profesión habitual en el caso de un conductor de ambulancias debido a la malformación de Arnold Chiari Tipo II, ya que no puede conducir debido a la debilidad en los brazos, el movimiento rápido de ojos y los frecuentes cambios en la respiración. Es un riesgo para sí mismo y para terceras personas el tener conducir una ambulancia. Sin embargo, no le impide poder ejercer por ejemplo de auxiliar administrativo en el que no se pone en riesgo su vida ni la de terceros.

Otro ejemplo puede ser en el caso de una trabajadora que su función es cargar y transportar continuamente durante la jornada laboral mucho peso, mercancía sobre. En general, sus funciones suponen muchos esfuerzos para la columna afectando directamente a su principal patología que es la malformación de Chiari tipo II. Por todo ello, solicita una incapacidad laboral permanente para su profesión habitual ya que no puede hacer las tareas fundamentales de su puesto de trabajo, sin embargo sí que es capaz de realizar alguna otra actividad laboral que no tenga exigencias físicas que le aumenten el dolor.

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