En este artículo vamos a hablar sobre la posibilidad de solicitar una incapacidad permanente por vértigos. En algunas enfermedades como en el síndrome de Ménière, hay varias sintomatologías como los vértigos constantes que pueden implicar la concesión de una incapacidad permanente y dependiendo de la gravedad y la frecuencia, corresponderá con una u otra incapacidad.
¿Qué son los vértigos?
A lo que nos referimos con vértigos, es a una sensación subjetiva de una persona en la que percibe que todo su alrededor está en movimiento, es decir que da vueltas. Esta sensación de que todo gira a su alrededor, suele provocar nauseas, mareos, y en los casos más graves incluso la pérdida de equilibrio, con el riesgo de sufrir caídas severas con la consecuencia de sufrir traumatismos.
Este tipo de vértigos, suelen estar relacionados generalmente con problemas de oído. Sin embargo, pueden ser ocasionados por otros motivos como infecciones víricas, un trastorno neurológico, síndrome de Ménière, entre otros.
Por lo tanto será el médico especialista, quien deba averiguar qué es lo que está ocasionando esos vértigos y con qué frecuencia se están produciendo. También tendrá que describir las limitaciones que esos vértigos están provocando en la persona que los padece. Tendrá asimismo, que explicar los tratamientos que deberá tener la persona afecta y si tienen un fin curativo o bien solamente paliativo.
Es importante saber diferenciar un vértigo de un mareo ya que los mareos son sensaciones de inestabilidad puntual, como desfallecimiento y además los mareos suelen aparecer de forma repentina debido a algún cambio de temperatura o de altura.
Es muy importante tener clara esta diferencia, ya que los mareos, son algo puntual y no son causantes de una incapacidad permanente, como si son los vértigos que son recurrentes e inhabilitan para ejercer una actividad laboral o cotidiana de forma normal y segura.
¿Cuáles son las causas de los vértigos?
Hay dos tipos de vértigos los cuales se diferencian muy poco en sus síntomas pero tienen origen en distintas causas.
- El vértigo llamado periférico que el problema surge de oído el cual se encarga de mantener el equilibrio físico. Sus causas pueden ser:
- Por cambios de posturas
- Medicamentos como diuréticos
- Lesiones en el oído por un golpe
- Por hinchazón del oído
- Enfermedad de Ménière que su consecuencia es la pérdida total del oído.
- El otro tipo de vértigo es el que proviene de un problema del cerebro y se llama vértigo central. Este puede ser una causa de:
- Una enfermedad vascular
- Consumo excesivo de alcohol o medicamentos
- Accidente cerebrovascular
¿Cuáles son los síntomas de sufrir vértigos?
Los síntomas más frecuentes que presentan los vértigos pueden ser los siguientes:
- Problemas a la hora de fijar la vista en algo
- Mareos repetidos
- Dejar de oír como de forma habitual
- Náuseas o vómitos debido a la sensación de mareo continua
¿Cómo se puede diagnosticar?
El padecimiento de vértigos se puede diagnosticar mediante las siguientes pruebas médicas:
- Análisis de sangre
- Estudios de los potenciales auditivos
- Electroencefalografía
- Electronistagmografía
- Tomografía de la cabeza
- Se puede diagnosticar también en el momento en el que hacen una resonancia magnética de la cabeza
- Prueba de marcha para ver la estabilidad y el equilibrio
¿Existe algún tipo de tratamiento para los vértigos?
Para el vértigo como patología, los médicos recetan fármacos que atenúen los síntomas de náuseas o mareos.
En casos más severos se suele acudir a una cirugía.
Este tipo de patologías como son los vértigos recurrentes, suelen exigir reposo para atenuarlos. Por lo tanto, dificulta mucho el poder llevar a cabo una actividad laboral, así como incluso la vida cotidiana la cual se ve también muy afectada.
¿Se puede solicitar una incapacidad permanente por vértigos?
En el caso de que estos vértigos sean graves y constantes, en principio tenemos que decir que va a depender mucho de cada caso en específico. Lo más importante será en todo caso la aportación de la documentación médica pertinente explicando las limitaciones que implican en su día a día.
Según el diagnóstico y los informes médicos se podrá solicitar una incapacidad permanente en un grado menor o mayor, es decir inhabilitar al trabajador para cualquier tipo de actividad profesional, incluso las más sedentarias o solamente para su profesión habitual. Incluso en ocasiones, la afección de estas personas por vértigos que tengan de forma añadida otras patologías puede acarrear la dependencia completa en una tercera persona para llevar a cabo las tareas fundamentales de la vida cotidiana.
Los vértigos, sobre todo en las personas en las que se produce de forma constante y grave, son muy limitantes. De hecho existen sentencias que consideran que la persona que sufre vértigos constantes podría estar incapacitada de forma absoluta para cualquier tipo de trabajo. Esto es muy importante, porque una actividad no es que deba hacerse solo de forma puntual sino que debe hacerse en términos de rendimiento y eficacia. Es decir, se tiene que poder hacer la actividad laboral y además de forma rentable. Por lo tanto, si a consecuencia de las limitaciones que se presentan por padecer vértigos, no se pueden realizar las actividades o funciones en condiciones de rendimiento eficaz, pues evidentemente no se puede realizar esa actividad laboral.
Por lo tanto, en los casos en los que los vértigos son graves, constantes y reiterados, evidentemente podrían existir grandes posibilidades de poder reclamar una incapacidad permanente absoluta para todo tipo de trabajo por vértigos. En los casos un poco más leves, la persona afectada podrá solicitar la incapacidad permanente para su trabajo habitual y así poder realizar otra actividad profesional que no requiera mucha actividad y que pueda mantenerse sentada.
A continuación un ejemplo de los casos en los que es factible la concesión de incapacidad permanente por vértigos:
- María que es dependienta de una charcutería decide solicitar una incapacidad permanente total para su profesión habitual porque se ve completamente incapaz para seguir desempeñando las tareas fundamentales de su puesto de trabajo ya que tiene síndrome de Ménière el cual le produce muchos vértigos, además de tener Lumboartrosis moderada que le dificulta mucho mantenerse de pie durante muchas horas, junto con escoliosis y un trastorno ansioso-depresivo. Tiene los informes médicos correspondientes en el que figura que María no puede desempeñar correctamente su profesión pero sí puede realizar otro tipo de trabajos.