Proponer a un trabajador para una incapacidad permanente no es más que el primer paso en un proceso complejo que implica la interacción entre el empleado, la empresa, la Seguridad Social y la Mutualidad. Este no es proceso habitual, ya que lo normal es que el propio trabajador lo solicite él mismo, pero cuando sucede, es un indicio importante de que está bastante mal: las mutuas siempre abogan por devolver al empleado a su puesto, y no al revés.

Propuesta de incapacidad por la mutua

La propuesta de incapacidad permanente es un trámite que involucra tanto a la mutua como al Instituto Nacional de la Seguridad Social. Inicialmente, la mutualidad presenta la petición de incapacidad permanente, que actúa como el primer paso en el proceso. Sin embargo, pero esta solicitud no garantiza automáticamente la concesión de la incapacidad.

Solo cuando el INSS está de acuerdo con la evaluación de la mutua, se procederá a iniciar el expediente de incapacidad permanente.

Es necesario que el INSS revise y apruebe la solicitud de la mutua. Solo cuando el INSS está de acuerdo con la evaluación de la mutua, se procederá a iniciar el expediente de incapacidad permanente. Este proceso de aprobación o desestimación por parte del INSS es fundamental para asegurar la objetividad y la adecuada evaluación de la situación del trabajador.

Qué pasa si la mutua te propone para una incapacidad

Una vez que el INSS aprueba la propuesta, comunica esta decisión al trabajador a través de un mensaje de texto y mediante una carta oficial. Este paso es esencial para informar al trabajador formalmente.

A partir de este punto, se da inicio al procedimiento habitual para el trámite de incapacidad permanente. En este punto, como veremos, es muy importante la recopilación de informes médicos y cualquier documento que acredite las dolencias del trabajador en cuestión.

Expediente de la mutua al INSS

Cuando la mutua remite al trabajador al tribunal médico, se requiere la presentación de un expediente previo que contiene información esencial. Este expediente debe incluir datos personales y laborales del individuo y de la empresa en que se desempeña, así como detalles relevantes para la evaluación de la incapacidad.

En caso de accidente laboral, la recomendación debe estar respaldada por el informe correspondiente y una evaluación sobre la posibilidad de recuperación. Una vez recopilados, el escrito, el expediente previo y cualquier historial relevante se envían a la autoridad gestora pública para su revisión y consideración.

¿Cuándo te puede mandar la mutua al tribunal médico?

Las mutuas cuentan con la facultad de sugerir la declaración de incapacidad permanente para un trabajador. Esto implica que, en determinadas circunstancias, la mutua puede recomendar que un empleado sea evaluado para determinar si cumple con los criterios necesarios para recibir una incapacidad permanente.

Si la mutua propone la incapacidad permanente, es significativo, ya que habrá indicios suficientes de que no se puede desempeñar la profesión.

Esta recomendación se basa en la evaluación médica y en la consideración de diversos factores, como la gravedad de la enfermedad o lesión, su impacto en la capacidad laboral y las posibilidades de recuperación del trabajador. Como decíamos al principio, si la mutua propone la incapacidad permanente, es significativo, ya que habrá indicios suficientes de que no se puede desempeñar la profesión.

Conclusión

Proponer a un trabajador para una incapacidad permanente implica un proceso complejo que involucra a múltiples partes interesadas, y que resumimos a continuación:

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