¿Qué es la artrosis y cuáles son sus causas?

La artrosis es una enfermedad crónica degenerativa de las articulaciones que se caracteriza por el desgaste del cartílago que recubre los extremos óseos. Las causas son diversas, incluyendo el envejecimiento, la obesidad, lesiones articulares previas, factores genéticos y actividades repetitivas que ejercen presión sobre las articulaciones.

La artrosis en muchas ocasiones procede, tal y como decíamos, de la genética o incluso de tener una alimentación desequilibrada conduciendo a la persona a padecer de sobrepeso. A medida que el cartílago se desgasta, los huesos pueden rozar entre sí, lo que provoca dolor, inflamación y rigidez en las articulaciones.

¿Cómo se puede diagnosticar la artrosis?

El diagnóstico de la artrosis implica una evaluación clínica por parte del médico, el uso de radiografías para observar el estado de las articulaciones afectadas y, en ocasiones, pruebas complementarias como resonancias magnéticas para evaluar el cartílago y las estructuras articulares en mayor detalle.

Dependiendo de la zona del cuerpo que se encuentre localizada la artrosis, los síntomas varían. Normalmente están relacionados con presencia de dolor de forma constante. El dolor de las articulaciones empeora cuando la zona afectada se mueve, ya que los huesos rozan entre sí, por lo que cuando una persona que padece de artrosis permanece en reposo es normal que el dolor se atenúe.

A medida que la enfermedad reumática, en este caso la artrosis, va agravándose, se pueden hacer visibles ciertas deformaciones en los huesos haciendo que el dolor en ocasiones sea muy molesto.

¿Cómo solicitar la incapacidad laboral por artrosis?

Para solicitar la incapacidad laboral por artrosis, lo primero es consultar al médico especialista y obtener informes médicos detallados, así como documentación clínica y pruebas, en las que se valore la patología. Con todos estos documentos, un abogado experto podrá presentarlo y tramitarlo de forma conveniente.

Hay dos cuestiones a valorar para poder optar por la incapacidad permanente derivada de la artrosis:

¿Cuánto tiempo se puede estar de baja por artrosis?

El tiempo medio de la baja por este motivo puede variar de una persona a otra, pero suele ser de unos pocos meses. Cuando se alcanza el año de baja, se puede prorrogar hasta los 18 meses, y excepcionalmente, hasta los 24 meses.

¿Qué grado de incapacidad laboral se puede reconocer por artrosis?

El grado de incapacidad laboral puede oscilar desde una incapacidad parcial que permite realizar ciertas tareas laborales, hasta una gran invalidez que impide desempeñar cualquier actividad laboral. No obstante, los grados más frecuentes que se reconocen son la incapacidad total y la incapacidad absoluta.

Incapacidad permanente total:

La invalidez total supone que la persona afectada por artrosis no puede realizar las tareas fundamentales de su actividad laboral habitual de manera efectiva y con un grado de eficacia normal. La pensión que se recibe en caso de haber sido concedido esta incapacidad permanente será del 55% de la base reguladora.

Esto quiere decir que la persona afectada por artrosis no puede hacer las funciones esenciales del trabajo que tiene en el momento de solicitar la incapacidad, pero si que podrá hacer otro tipo de trabajo que le suponga menos dolor o esfuerzo físico, por ejemplo.

Es importante saber que los síntomas de la artrosis suelen aparecer superados la edad de 40 años. Lo que realmente dificulta la reincorporación al ámbito laboral tras lograr el reconocimiento de su incapacidad.

La incapacidad permanente absoluta:

En este tipo de incapacidad, la persona beneficiaria de esta no puede hacer ningún tipo de actividad profesional. Por eso la pensión vitalicia que percibirá compensa esa imposibilidad de trabajar dándole un 100% de su base reguladora.

Pero que esta incapacidad haya sido concedida no quiere decir que sea permanente, ya que el Tribunal Médico puede solicitar una revisión del estado de la persona afectada a los dos años normalmente. Esta revisión puede ser para si el incapacitado ha mejorado o bien ha empeorado su estado de salud.

¿Cuándo la artrosis es incapacitante? 

La artrosis se considera incapacitante cuando causa limitaciones significativas en la movilidad y funcionalidad de una persona, afectando su capacidad para realizar actividades laborales. La evaluación de la incapacidad se realiza individualmente, teniendo en cuenta los síntomas y su impacto en la capacidad de trabajo.

Caso de invalidez por artrosis degenerativa

Un hombre hostelero de profesión y de 63 años, quiere obtener una invalidez por artrosis degenerativa. En esta profesión, es requerimiento esencial el estar muchas horas de pie y además, las manos juegan un papel fundamental en su profesión. Se le concede la incapacidad permanente total para la profesión habitual.

Caso de incapacidad permanente absoluta por artrosis postraumática

Una empleada de hogar con artrosis postraumática del tobillo izquierdo, trastorno depresivo y dolor articular generalizado en contexto de fibromialgia. No puede realizar conforme a las exigencias mínimas de continuidad, dedicación y eficacia. Estas patologías, impiden a la trabajadora la realización de todas o fundamentales tareas de su profesión habitual.

Las enfermedades que padece le comportan limitaciones para la deambulación, bipedestación prolongada, mantener posiciones forzadas con la extremidad inferior izquierda y sobrecargas en las extremidades inferiores.

Siendo empleada de hogar, que requiere de todas estas actividades que está impedida a realizar por sus patologías, se le concede la incapacidad permanente total para su profesión habitual. No se le concederá en este nivel de patología, la incapacidad permanente absoluta, porque puede desempeñar otras actividades laborales que no sean tareas de empleada de hogar.

Es decir, se concederá la incapacidad permanente dependiendo del grado de artrosis que se tenga, de las limitaciones que supongan para ejercer la profesión habitual o cualquier otra profesión.

Casos en que se padece de artrosis con otras patologías en los procedimientos de incapacidades laborales

También, es muy importante, para poder tener más posibilidades de acceder a la incapacidad permanente, demostrar otras enfermedades que se padezcan que puedan agravar la enfermedad o que hayan sido consecuencia de esta enfermedad, como mostramos en uno de los ejemplos referidos antes.

Además, como requisito fundamental será que tenga documentación médica que avale la patología junto con las limitaciones que le ocasiona la enfermedad a la hora de desarrollar su actividad laboral o actividad diaria.

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