Los Tribunales, para realizar la valoración de la incapacidad permanente  absoluta o total, atienden fundamentalmente a las limitaciones funcionales derivadas de los padecimientos del trabajador, por cuanto son éstas las que determinan la efectiva restricción de la capacidad de ganancia.

En cuanto a la cardiopatía isquémica, la doctrina Jurisprudencial se ha pronunciado recientemente en Sentencia núm. 4397/2013 de 19 de junio, dictada por la Sección 1ª de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (JUR 2013|260611)

En este caso el actor padecía: “cardiopatía isquémica por enfermedad de dos vasos parcialmente revascularizada, tratada con stent en 2009, dolor torácico y disnea a mediano esfuerzo, clase funcional II de la NYHA, trastorno adaptativo en control y tratamiento por médico de familia, síndrome de apnea del sueño moderado en tratamiento con CPAP, moderada hipoacusia bilateral.”

Pues bien, la clasificación funcional según la NYHA distingue entre:

Clase I: pacientes sin limitación para la actividad física ordinaria, sin angina, palpitaciones, disnea o fatiga en la actividad habitual.

Clase II: pacientes con limitación en la actividad física: los esfuerzos habituales provocan la aparición de síntomas.

Clase III: pacientes con marcada limitación de la actividad física. Provocan la aparición de síntomas actividades menores de las habituales.

Clase IV: pacientes incapaces de realizar cualquier tipo de actividad física sin presentar síntomas, que pueden aparecer incluso en reposo.

Por ello, la sentencia estimó el recurso y confirmó la sentencia reconociendo al actor la situación de incapacidad permanente total, ya que el actor se encuentra afecto de NYHA Clase funcional II y su profesión habitual es bombero, profesión que requiere actividad física y, por tanto, se encuentra limitado para ello.

Por otro lado, ha sido concedida la incapacidad permanente absoluta por presentar “una insuficiencia cardiaca, derivada de IAM de localización posteroinferior por obstrucción de la arteria coronaria derecha no revascularizable, presenta clínica de disnea al mínimo esfuerzo y astenia con fatigabilidad, la prueba de esfuerzo es positiva para isquemia precoz (estadio 2 de Brice) y tal insuficiencia ha sido clasíficada como en la clase funcional III de la Canadian Cardiovascular Society, asímilable al grado III de la NYHA.” (Sentencia núm. 885/2013 de 12 de noviembre dictada por la Sección 1ª de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Murcia. (JUR 201239479)

Resultará importante la clase funcional ya que su grado determinará la actividad física que pueda realizar. Así, ello determinará el reconocimiento de incapacidad permanente total para la profesión habitual o absoluta para todo oficio o profesión. No obstante, será relevante también el padecer otras patologías a fin de que sean todas ellas valoradas en su conjunto las que limiten para ejercer cualquier profesión.

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