Si sufres de lupus es posible tramitar una incapacidad permanente debido a las afectaciones que tienen en la ejecución de las actividades laborales de quienes lo padecen. 

Nuestra experiencia como abogados especialistas en tramitación de incapacidades laborales, sabemos que deben cumplirse una serie de requisitos para conseguir una pensión de incapacidad. En este artículo te explicamos más acerca de esta enfermedad.

¿Qué es y qué causa el lupus?

Cuando hablamos de un enfermo de lupus, nos referimos a una persona que sufre enfermedad autoinmune, en la que el organismo se ve a sí mismo como una amenaza, y el sistema inmunitario ataca a células sanas. 

Puede influir y dañar muchas partes del cuerpo: órganos, vasos sanguíneos, piel, articulaciones, incluso el cerebro. Su diagnóstico no es fácil, puesto que los síntomas son muy parecidos a los de otras enfermedades que también pueden ser causa de incapacidad laboral. 

Son visibles las erupciones cutáneas, sobre todo cuando aparecen en la cara, pero cada persona puede tener sus propios síntomas.

Se desconoce la causa de esta enfermedad. Se cree que el factor genético es relevante, y también puede influir el medio ambiente (luz ultravioleta, sulfatos, infecciones, exposición a determinados entornos…).

El lupus en una enfermedad que en poco tiempo se ha popularizado del tal manera, que en España se ha conformado al Federación Española de Lupus Felupus, con la finalidad de estudiar y orientar a los pacientes con lupus en entender y superar las secuelas de esta enfermedad.

¿Cómo se manifiesta la enfermedad del lupus?

Existen varios tipos de lupus, cada uno con unas características y manifestaciones externas:

Lupus eritematoso sistémico:

El más común. Tiene diversos grados de gravedad, pudiendo ir desde leve a severo, y puede afectar a diferentes partes del cuerpo.

El Lupus discoide:

Afecta a piel y mucosas, provocando eritema, escama y atrofia.

Lupus cutáneo subagudo:

Provoca ampollas, erupciones o lesiones en la piel, cuando se la expone a la luz del sol.

El Lupus inducido por medicamentos:

Aparece al tomar determinadas medicinas, desapareciendo tras el tratamiento.

Lupus neonatal:

Es el menos común, afecta a recién nacidos, probablemente causado por el traspaso transplacentario de anticuerpos de la madre al hijo.

¿Cuáles son los síntomas del lupus?

Los síntomas pueden variar de una persona a otra, pero los más comunes suelen ser los siguientes:

 ¿Cómo afecta el lupus en la actividad laboral?

El lupus afecta negativamente a la calidad de vida de las personas que lo padecen, limitando su funcionamiento físico, mental y social. Uno de los síntomas más comunes es la fatiga, que influye en la capacidad laboral y la vida diaria de quien sufre la enfermedad.

Quienes tengan un trabajo que requiera esfuerzo físico, permanecer horas de pie o caminando, y que exija posturas forzadas, cargar pesos, o tareas similares, va a sufrir un alto nivel de fatiga que le impedirá cumplir con sus funciones.

Asimismo, los dolores musculares y de cabeza, la debilidad producida por la anemia o por otros síntomas, y la hinchazón de las extremidades, sin duda son un impedimento para que los afectados puedan trabajar o incluso realizar actividades del día a día.

Según la afectación que puede suponer en las limitaciones funcionales para el ejercicio de la profesión habitual, la tramitación de una incapacidad laboral ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social o, el Juzgado de lo Social que corresponda, podrá conceder una incapacidad total o una incapacidad permanente absoluta al trabajador que lo padezca, con la correspondiente pensión de incapacidad.

¿Qué tipo de discapacidad es el lupus?

Con las limitaciones expresadas, quién esté afectado por lupus podrá optar a una incapacidad permanente en alguno de sus grados. Para determinar el grado de incapacidad, será necesario ver el alcance de la enfermedad y cómo limita al individuo, reflejado en los informes médicos de especialistas. Este punto es primordial: los documentos clínicos son la prueba dónde se basará la defensa de la situación de incapacidad.

Si el nivel de fatiga -y de otros síntomas-, es severo, y es una profesión eminentemente física, el grado de incapacidad podrá ser el de total para el trabajo habitual. 

Si la fatiga junto con las demás dolencias es muy grave, y ni siquiera permite al paciente las actividades más livianas y sedentarias, el grado indicado será el de absoluta, para cualquier profesión.

Pero debemos insistir en que la mejor medida para saber las posibilidades de conseguir una incapacidad permanente, reside en la documentación médica. 

Nuestro equipo de especialistas jurídicos y médicos, realiza un primer estudio gratuito de cada caso, para analizar la viabilidad de los mismos.

En Toro Pujol Abogados podemos ayudarte a conseguir la pensión de invalidez por lupus.

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