Qué se entiende por condonación de una deuda

La condonación de deuda es una figura jurídica mediante la cual un acreedor renuncia a cobrar la totalidad o una parte de la deuda que tiene un deudor. Es decir, el acreedor decide perdonar la deuda total o parcialmente. Esta figura se puede aplicar tanto en relaciones entre particulares como en relaciones entre empresas o incluso en relaciones entre un particular y una empresa.

La condonación de deuda puede ser una solución para aquellos deudores que se encuentran en una situación de insolvencia y no pueden hacer frente a sus deudas. Claro, es la solución ideal, pero no siempre es fácil conseguir la condonación de la deuda, ya que depende de la voluntad del acreedor. En ocasiones, se puede recurrir a la negociación para llegar a un acuerdo que permita la condonación parcial o total de la deuda.

Es importante tener en cuenta que la condonación de deuda puede tener consecuencias fiscales para el deudor, ya que puede considerarse como un ingreso y estar sujeto a tributación, y deberá tributar por ello en su declaración de impuestos. Ese y otros temas los vamos a abordar en el presente artículo.

 

 

Motivos de condonación de deuda

¿Qué provoca la condonación de la deuda?

La condonación de la deuda, también conocida como quita, es una solución que puede ser conveniente tanto para el deudor como para el acreedor, ya que permite la liberación de la carga de una deuda que pueda resultar imposible de pagar para el deudor, y al mismo tiempo, reduce el riesgo de pérdida total de la inversión para el acreedor.

La condonación puede ser total o parcial, y se realiza a través de un acuerdo entre ambas partes. En algunos casos, el acreedor puede estar dispuesto a aceptar una reducción en la cantidad adeudada a cambio de una devolución más rápida o por la dificultad del deudor para pagar.

Además, es importante tener en cuenta que no todas las deudas pueden ser condonadas. Por ejemplo, las deudas contraídas con Hacienda o la Seguridad Social suelen ser difíciles de condonar, aunque existen algunos casos en los que sí es posible.

En resumen, la condonación de la deuda puede ser una solución adecuada para aquellos deudores que se encuentren en una situación de dificultad económica y no puedan hacer frente a sus obligaciones, siempre y cuando se establezca un acuerdo justo y se tengan en cuenta las implicaciones fiscales. Es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado especializado en la materia para llevar a cabo cualquier proceso de condonación de la deuda.

 

 

Condonación de deuda entre particulares: efectos fiscales

Depende del supuesto. En uno de los ejemplos más habituales, que es el de la condonación por una sociedad de un préstamo concedido a uno de sus socios, se considera un rendimiento de capital mobiliario: estará sujeto al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Esta calificación como rendimiento de capital mobiliario impide la posibilidad de que se considere como una donación sujeta al Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. Esto se debe a que, en este caso, la existencia del “animus donandi“, que es una de las condiciones para que se considere una donación, no se cumple. Además, la vinculación entre el donante y el donatario, que en este caso son una sociedad y uno de sus socios, implica un interés que descarta la posibilidad de que la condonación se deba a un “animus donandi“.

En cuanto a préstamos entre particulares, es importante considerar que, en el caso de la concesión de un préstamo, éste está exento del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP) y por lo tanto, no tiene que tributar. No obstante, si el préstamo es condonado, se considerará como una donación y estará sujeto al Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISyD). En la mayoría de los casos, salvo que la condonación se produzca entre familiares cercanos, por ejemplo, padres e hijos, la donación no podrá disfrutar de beneficios fiscales.

 

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Condonar deudas bancarias

Un caso que ilustra esto es el de Chase Bank, un banco canadiense que decidió perdonar todas las deudas de su cartera de tarjetas de crédito. Esta medida se tomó porque el banco consideró que el costo de recuperar las deudas era mayor que el monto adeudado por los clientes. Como resultado, la deuda fue eliminada y se registró como una pérdida para el banco.

Si el deudor y el acreedor acuerdan condonar una parte de la deuda, lo usual es que se perdonen los intereses adeudados. También es común que el acreedor acepte condonar parte de la deuda hipotecaria cuando se vende la propiedad por un monto menor al adeudado. En el caso de que un tribunal o entidad legal ordene la condonación de parte o la totalidad de la deuda, el acreedor debe cumplir con la sentencia sin excepción.

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